Como todas las religiones, el Islam tiene sus preceptos básicos, en la congregación de Al-láh, se contemplan como tales, la Profesión de Fe, la Oración, el Azaque, el Ayuno, y la Peregrinación a la Meca, el cuarto de estos, se lleva a cabo durante el mes Ramadán o la quema de pecados, que comienza con el primer cuarto creciente después de la luna nueva, y termina con el siguiente creciente, al paso de veintinueve o treinta días, según sea el caso.

Este 2020 el mes Ramadán, inició el 24 de abril y terminará el 24 de mayo próximo, entre los meses Sha´abán y Shawwal, para quienes profesan dicha religión es el año 1441, con ello se conmemora la primera revelación al profeta Abu I-Qàsim Muhamman Ibn (Mahoma).

Este espacio de tiempo los islámicos lo dedican a la reflexión, leer el Corán, al zakat y sadaqa (dar diezmo y limosnas), a buscar un estado de paz que les permita un acercamiento con la divinidad, consiste en evitar aquellos distractores de la mente, que rompan el estar en comunión con lo espiritual, la bebida, las relaciones sexuales, los cambios de ánimo y la comida, una de las acciones más importantes, es precisamente el Sawm (ayuno), que se practica todos los días, hasta que se pone el sol, cuando ya se permite comer, pero con moderación, las mujeres embarazadas, las que están lactando, y los niños están libres, aunque se recomienda lo hagan, para que cuando sean mayores, ya no les cueste trabajo hacerlo, digamos, queda al libre albedrío de los padres, así mismo quedan exentos los viejos, o personas con alguna enfermedad que nos les sea conveniente dejar de tener alimento, durante el tiempo en que el sol está en el firmamento.

Es costumbre que durante el Ramadán, en los países al norte del ecuador, en donde habitan la mayoría de los musulmanes (Indonesia podría ser la excepción más importante), coincida con los meses de más calor, por lo que entre el ayuno y el clima, los seguidores de Al-láh salen a las calles por las noches, celebrando verdaderas romerías, y en muchos casos se aprovecha para hacer compras y abastecimientos del día a día, pero en especial es la oportunidad de orar en grupo, en las mezquitas, en el mes espiritual más importante del año, pues resulta que la actual circunstancia del Covid-19, ha provocado que algunos países como Marruecos, decreten toques de queda, e impidan a las personas salir a la calle sino es indispensable; lo anterior ha provocado enojo y en algunos casos serio malestar entre la población que ha amenazado con salir, ya que algunos lo entienden como parte del concepto religioso.

El rey de Arabia Saudita, Salmán Bin Abdulaziz Al Saúd, quien gobierna el país que tiene dos de los sitios más sagrados del islam, ha pedido a la población que se calme, que comprenda que estamos en una situación difícil y especial, les ha dicho que es importante preservar la salud de los feligreses, las medias de confinamiento en su nación han sido estrictas, podríamos decir muy estrictas, por lo que se han suspendido todos los rituales en templos, en el inicio del Ramadán se pudo ver la Gran Mezquita de La Meca, Masyid Al-Haram, y la explanada de Kaaba, que normalmente en estos días congrega impresionantes multitudes, donde literalmente no cabe un alfiler, así como el majestuoso Cubo o Dado Negro en el centro semivacíos, solo de manera excepcional y resguardados por las fuerzas de seguridad, se permitió a un número reducido de fieles hacer oración dentro de ella.

Este Cubo, según la tradición islámica, es un aerolito que el ángel Yibril (Gabriel), entregó a Ibrahim (Abraham), y era más blanco que la leche, pero los pecados de los hijos de Adán, lo volvieron negro, Ibrahim y su hijo Ismaíl (Ismael), cuando terminaron de construir la nueva explanada de Kaaba, la colocaron en la esquina oriental de la plaza, está rodeada de un anillo de plata, hoy los peregrinos deben besarla con unción, pero sin adoración, recordando que Mahoma cuando la besó dijo, “No me olvido que eres una piedra y que no puedes hacerme ni bien ni mal”.

Estas últimas palabras de Mahoma, me parece que son muy importantes al recordar que la salud de las personas está por sobre todas las cosas, las piedras seguirán ahí los próximos años, esperando a los peregrinos y turistas religiosos del mundo, pero sí no respetamos el asilamiento actual, sino cuidamos la salud, pues no habrá visitantes los siguientes años, fácil.

 

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