En 1949, tras el triunfó la Revolución, se conformó la República Popular China, uno de los festejos que ideó el máximo líder de ella, Mao Zedong (Mao Tse-Tung), a quien sus padres Mao Jen-Shen y Wen Chi-Mei, le apodaban Shi San Yazi (niño de piedra), fue la construcción de una plaza en la que se pudieran hacer concentraciones masivas de seguidores, para en ella exaltar el nacionalismo y el patriotismo chino, así como dar a conocer los logros de la nueva era.

La Plaza de Tián’ánmén, o Plaza de la Puerta de la Paz Celestial, fue concebida con majestuosidad en un espacio que era el centro de rituales milenarios de Beijín (Pekín), solo para darnos una idea, su tamaño es de 440,000 metros cuadrados, la Plaza Roja de Moscú tiene 73,000, el Zócalo de la Ciudad de México es de 57,600 metros cuadrados, la Plaza Colón de Madrid 37,000, debemos decir que no es la más grande del mundo, la superan la de Dallán en la misma China, la Plaza de Yakarta en Indonesia, y la de Palmas en Brasil.

El 15 de abril de 1989 murió de un ataque al miocardio Hu Yaobang, miembro de la segunda generación de líderes del Partido Comunista Chino, de tendencia reformista, lo que le valió ser apartado de la cúpula del poder por Deng Xiaoping, en esos días los trabajadores e intelectuales pensaron que no se le estaban rindiendo los homenajes merecidos, a pesar de que en sus exequias el comunicado gubernamental decía que “había muerto un acérrimo guerrero, un gran revolucionario proletario y hombre de estado, y un destacado líder del ejército chino”, sin embargo, la gente ante la ausencia de los jerarcas del partido y del gobierno, se comenzaron a concentrar en el la Plaza Tián’ánmén, con cada vez mayor asistencia de partidarios, originalmente a dirigir plegarias y oraciones para el Sr. Hu, después los matices evidentemente cambiaron.

Habría que decir que la economía china no ayudaba en nada a la estabilidad social, la inflación y el desempleo golpeaban las estructuras y el poco bienestar que hasta entonces había alcanzado el país, en especial a raíz de las reformas de mercado que había logrado introducir Deng Xiaoping aún no rendían frutos, la discusión política y social que esto generaba, no ayudaba en nada a la estabilidad de la nación.

Otro elemento fundamental y que no se puede olvidar, son los vientos que surcaban el mundo, la caída del comunismo en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se veía a la vuelta de la esquina, con el icónico y literal desmoronamiento del Muro de Berlín. Digamos que la manifestaciones en China, no solo eran un descontento local, sino que al igual que en los acontecimientos de 1968, eran globales, el mundo se movía a velocidades en que muchas cosas buscaban tener nuevos cauces.

Los jóvenes chinos hicieron lo propio, desde mediados de ese mes de abril y durante todo el mes de mayo se manifestaron, buscando nuevas opciones de desarrollo político, económico, social y cultural, el país milenario daba muestras de que corría sangre por sus venas; había contradicciones, como en todos los movimientos espontáneos, los que pensaban, que los cambios emprendidos por el Sr. Deng eran exagerados y aquellos que opinaban que se quedaban cortos; lo cierto es que las concentraciones populares fueron creciendo hasta contabilizar hasta 100 000 manifestantes, hubo dos momentos culminantes, en el mes de mayo, visitó el país Mijaíl Sergueyevich Gorvachov, lo que provocó que asistieran miles de periodistas del todo el mundo a cubrir el acontecimiento, lo que permitió el movimiento se conociera en el mundo, ya que se generaron miles de entrevistas y reportajes de los sucesos, todos sin excepción a favor de los estudiantes, el otro fue la construcción de una estatua gigantesca de la Diosa de la democracia, que dio símbolo al movimiento.

Hoy en día recordamos como un icono al joven que frente a un tanque de guerra del ejército chino, puso en juego su vida para impedir que los soldados reprimieran a sus compañeros, no lo logró, la represión fue brutal, en su momento China dijo que hubo 200 muertos, sin embargo los periodistas extranjeros algunos hablaban de hasta 5000, lo cierto es que cuando se desclasificaron informes de la inteligencia noipaarteamericana se mencionan 190 muertos.

Un reflexión final, en esta semana que se conmemoraron excepto en China, los treinta años de las luchas de Tián’ánmén, las luchas por la democracia fueron reprimidas duramente por el gobierno del país asiático que, únicamente por coincidencia, no por otra cosa, solo coincidió, a partir de ese momento comenzó a consolidar su desarrollo económico, hasta llegar a ser el día de hoy la segunda economía más importante del mundo, ningún otro país que en esos mismo años lucho por su democracia y lo logró, ha alcanzado ni la cuarta parte del desarrollo sino, ni Alemania Democrática, aún y cuando la subieron al desarrollo, es más otros como Checoslovaquia, Yugoslavia y la propia URSS, desaparecierón.

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