Nada puede sonar mejor a los oídos que te digan en susurro: ¡Nunca nadie me había besado así…!

Puede parecer el lugar más común, de todos los lugares comunes, hablar o escribir sobre algo como un beso…  ¿Pero es que hay una experiencia iniciática de juventud… más sobrecogedora que un beso? Por lo tanto hay que dedicarle atención a este importante asunto… que despierta todas las partes prohibidas de nuestro cuerpo… todas las partes prohibidas de nuestros sentimientos…

 

Pero ¿Por qué prohibidas? Simplemente porque no se pueden regalar besos a cualquier zángano de Colmena que ande por allí… porque se puede correr el peligro de quedar enganchado con la persona equivocada: ¿No hay una enfermedad del Beso? ¿Entonces? Pero definitivamente a veces hay que asumir riesgos y hay gente que le gusta vivir al borde del precipicio, de manera suicida… y no solo besan la boca, sino otras partes del cuerpo humano…  Y tienen que pagar el precio que esta conducta cuesta…

A veces se siente tan ridículo… pero tan ridículo escribir sobre estas cosas… pero qué se va hacer: los besos son ricos… más que ricos: divinos… mucho más que un “Bombón” como siempre fue… dejarse seducir con un beso y ya… no hay más que agregar o teorizar… sino vivirlo… ¡Auxilio…Auxilio…!!! Hay gente que no sabe besar o que nunca ha besado de verdad… verdad… que tristeza…

Entonces, a manera de “fijación oral” dediquémonos a tomar  “agua…. agua… agua…” pura de manantial y toda suerte de líquidos ricos… brebajes inauditos… ¿Ya es la hora del té?… Pero no cometas un atentado: si todavía no sabes besar… ¿Y cómo voy aprender sino empiezo?  Instinto… Instinto, déjaselo todo al Instinto… y así aprenderás ese Arte… a través del Ensayo y Error… hasta llegar al nivel “experto”… ¡Que no te roben tus besos! Por favor…

 

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