Cuando vamos a dormir, nuestra mente consciente se despide y se apaga, excepto por los sueños que son indispensables para un buen funcionamiento del cerebro. Siempre se ha creído que el cerebro se duerme también hasta que despertamos al día siguiente, pero estudios científicos han descubierto cosas increíbles, tales como  que el cerebro no está para nada dormido y que está muy activo durante el tiempo que dormimos.

Es muy cierto que el no dormir bien afecta en muchos factores por ejemplo: Nuestro ánimo no es el más óptimo, reduce las capacidades físicas debido al cansancio acumulado de nuestro cuerpo, y entre otras cosas nos impide pensar, aprender y concentrarnos con claridad, hasta en las tareas más fáciles.

Las funciones del cerebro mientras dormimos son increíbles; la más importante es el proceso de toda la información que recibimos durante el día, y es en la noche el momento de asimilar y separar lo importante de lo trivial, y todo lo que queremos retener lo transfiere a la memoria de largo plazo.

El cerebro no está para nada dormido y está muy activo cuando dormimos

¿Nuestro Cerebro Duerme?

Mientras dormimos,  la mente se dedica a resolver problemas de forma creativa, en especial durante las fases del sueño profundo llamado MOR y puede ser que en esta fase, aquello en lo que estuviste pensando cómo resolver durante todo el día, seguramente que a la mañana siguiente ya tendrás una respuesta.

Se cree que no todos soñamos y no es así,  solamente que algunas personas no tienen la capacidad de recordar sus sueños, los científicos aún no han descubierto porqué soñamos y tampoco tienen una idea clara de qué significan nuestros sueños, pero lo que si saben es que sin los sueños nuestra salud se ve afectada.

Las personas que no llegan a entrar a la etapa del sueño MOR  son las que normalmente sufren de ansiedad y estrés, así que algo muy importante es observar horarios para irse a dormir. Se sabe que durante el sueño MOR el tronco encefálico envía señales al cerebro cuya zona responsable de la visión corresponde especialmente a ellas, lo que puede explicar el porqué percibimos imágenes al soñar. Estas señales también permiten que los músculos se relajen por completo.

Ante toda esta información de lo que se padece cuando no se tiene un buen estilo de vida en lo que se refiere a dormir bien, hay que empezar a cuidar tu salud.

Hazte preguntas para saber cómo estás en tus hábitos de dormir,  como:

 

  • ¿Cuál es la calidad de tu sueño?
  • ¿Tienes problemas para dormir?
  • ¿ Tu sueño es: Ligero, normal, profundo?
  • ¿Te es fácil conciliar el sueño?
  • ¿Te sientes bien con la cantidad de tiempo que duermes?
  • ¿Durante el día sientes que dormiste lo suficiente?

 

Al contestar estas preguntas te vas a dar cuenta qué tan bien duermes y estarás dando pauta para mejorar tus condiciones de sueño con lo cual se incrementará tu salud física y mental, haz de tu cama el santuario donde todas las noches le vas a rendir honor a tu cuerpo, mente y espíritu.

“Es muy cierto que el no dormir bien afecta en muchos factores…”

Deja los problemas afuera una vez que tocas almohada, hay muchas técnicas, puedes hacer respiraciones profundas para enlazarte con el aquí y el ahora, igualmente practica pequeñas meditaciones que te ayudarán a relajarte, toma un té tibio que te ayude a conciliar el sueño.

Debes de ir aprendiendo a poner la mente en quietud y reposo para que te sirva de vehículo hacia la consciencia, empieza a buscar el equilibrio entre tu mente y cuerpo, y analiza qué parte de tus hábitos puedes y debes cambiar, solamente así  empezarás a lograr una transformación interna, que te dará armonía en tu vida incluyendo dormir placenteramente.

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