El incesto —del latín incestus, es decir, ‘”incasto”, “no casto”, es la práctica de relaciones sexuales entre individuos muy próximos por consanguinidad, parentesco biológico o consanguíneo. Se califican como incestuosas, en todas las culturas, a las relaciones sexuales entre hermanos, entre madres o padres y sus hijos, entre abuelos y nietos, y así todos los ancestros consanguíneos con sus descendientes. También, aunque la consanguinidad es menor, en muchas culturas se consideran incestuosas las relaciones sexuales entre tíos y sobrinos y entre primos consanguíneos´´ -Wikipedia-.

El Incesto no solo es una práctica increíblemente mal vista, sino que también es condenada por la mayoría de las religiones y prohibida por la ley en casi todos los países occidentales.

A continuación, algunos de los casos más famosos de incesto en la historia.

Tutankamón

Los antiguos reyes egipcios mantenían las cosas “en familia” con el objetivo de garantizar la pureza de su linaje, y con el célebre Tutankamón las cosas no fueron diferentes. Un profundo estudio realizado al cuerpo del joven faraón reveló toda una serie de datos sobre su pasado.

Los restos de Tutankamón fueron sometidos a una autopsia virtual con más de dos mil escaneos computarizados que apuntaron a que tenía los dientes torcidos y caderas con rasgos femeninos. Los exámenes también ofrecieron evidencia sobre una epilepsia del lóbulo temporal y enfermedad de Köhler, un doloroso problema en el pie que seguramente lo hizo cojear.

 

 

Además, los análisis genéticos mostraron que sus padres eran hermanos, hecho que no solo pudo haber contribuido a los diversos problemas de salud que presentaba, sino que también resultó clave en su muerte prematura. Además de haber sido el producto de un matrimonio incestuoso, el rey Tut se casó son su media hermana, Anjesenamón , la cual llegó a embarazarse en dos ocasiones, perdiendo el embarazo.

Dinastía de los Habsburgo.

A lo largo de varios siglos, la Casa de Habsburgo, de Austria, fue la dinastía real dominante en Europa y, además que sus integrantes se mantuvieron en el trono austriaco durante más de seis siglos, los matrimonios estratégicos posibilitaron que su poder se expandiera a las cortes de Hungría, Bohemia e incluso España.

Sin embargo, el problema fue que en determinado momento ya no quedaban más nobles y monarcas europeos que no fueran de la Casa de Habsburgo – hecho que dio origen a una larga lista de matrimonios incestuosos. Tanto así, que los registros históricos señalan que durante el reinado de esta dinastía en España – que se extendió durante 200 años, entre los siglos XVI y XVII – se suscitaron varios casos.

De hecho, algunos historiadores sospechan que precisamente los matrimonios incestuosos fue lo que condujo a la extinción del linaje, al menos en tierras españolas. Esto por qué, en el año 1700, el rey Carlos II murió a los 38 años sin dejar herederos, y muchos creen que el monarca era estéril debido a malformaciones congénitas resultantes de siglos de esa práctica en la Casa de Habsburgo.

 

Princesa Nahienaena

Nahienaena fue una princesa hawaiana que ascendió al trono en el siglo XIX, durante un turbio proceso de transición en la historia de Hawái. En esa época, los misioneros cristianos comenzaron a adquirir bastante influencia en el archipiélago, entrando en conflicto directo con líderes locales, que intentaban conservar sus creencias y Nahienaena, hija del rey Kamehameha y Keopuolani, fue criada por elección de su madre en la fe cristiana.

El problema fue que, aunque Nahienaena fuera seguidora del cristianismo, los monarcas hawaianos promovían la unión entre miembros de la misma familia, y ella terminó casándose con su propio hermano. El matrimonio enfureció a los cristianos y súbditos convertidos del archipiélago, y la pobre princesa recibió el rechazo de su pueblo.

Nahienaena realmente amaba a su hermano pero, dividida por la situación, solicitó el perdón de los misioneros y se volvió a casar, esta vez con alguien ajeno a su familia, el hijo del rey Kalanimoku, un joven llamado Leileiohoku. Sin embargo, pronto la princesa descubrió que estaba embarazada, y su hermano anunció a los cuatro vientos que el bebé era de él, lo que llevó a que el pueblo rechazara a Nahienaena otra vez.

Después de esto, la princesa hawaiana permaneció aislada hasta el nacimiento del bebé – una niña que, desafortunadamente, solo sobrevivió durante algunas horas. Nahienaena, por su parte, se aisló del mundo llena de culpa hasta su muerte, apenas unos meses más tarde.

Charles Darwin

Esta historia resulta más curiosa que chocante y tiene que ver con el naturalista británico Charles Darwin, famoso por sus aportes a la teoría de la evolución, que se casó con Emma Wedgwood Darwin, su prima de primer grado. La pareja tuvo diez hijos de los cuales tres murieron a muy temprana edad y otros tres resultaron estériles.

Tratándose de Charles Darwin, era de esperarse que el hombre conservara registros detallados sobre la salud de su familia  y cuando sus hijos presentaban problemas, el naturalista pasaba a asociarlos con sus observaciones hechas previamente en plantas que habían sido cruzadas entre sí.

Fue entonces que Darwin empezó a sospechar que sus hijos pudieron haber heredado enfermedades debido a su historial familiar de matrimonios entre parientes. Más tarde, un grupo de investigadores analizó cuatro generaciones familiares de Darwin y Wedgwood descubriendo que muchos integrantes de ambas partes se habían casado entre sí y, como el propio naturalista sospechaba, los problemas de salud de sus hijos eran el resultado de esa herencia genética.

Barbara Daly Baekeland

Fue una socialité estadounidense que llegó a la fama en la década de los 30. Además de aparecer en portadas de revistas como Vogue, ella y su esposo, Brooks Baekeland, eran conocidos por su estilo de vida decadente, repleta de fiestas extravagantes, bebida y traiciones.

Sucedió que Bárbara también tenía diversos problemas mentales y Brooks terminó hartándose de su personalidad tan explosiva por lo que decidió divorciarse. Anthony, el hijo de la pareja, se fue a vivir con la madre y además de presentar los problemas mentales de ella también padecía esquizofrenia.

Pero las cosas empezaron a ponerse realmente feas cuando Anthony cumplió los 20 años de edad y Bárbara descubrió que se había involucrado con un joven llamado Jake Cooper. En un intento por “ayudar” a su hijo, la madre contrató a numerosas prostitutas para convencerlo de tener relaciones sexuales con mujeres.

Lo peor fue que, cuando su estrategia no dio resultados, dicen que Bárbara decidió resolver el problema por cuenta propia, manipulando a su hijo y convenciéndolo de sostener relaciones sexuales con ella. El caso terminó, de forma totalmente trágica, con el joven asesinando a su madre con un cuchillo de cocina.

La historia de Baekeland se transformaría en un libro que más tarde fue adaptado al cine con el nombre de Savage Grace (2007). Y pese a que este se convirtió en un caso de máximo incesto, uno de los amantes de Bárbara declaró que personalmente creía que la mujer solo había esparcido el rumor de que había tenido relaciones sexuales con su hijo simplemente por qué le gustaba incomodar a las personas.

John Phillips

Es imposible no mencionar el caso de John Phillips, líder de la banda The Mamas & The Papas, con su hija Mackenzie.

Phillips fue el responsable por componer una gran parte del repertorio del grupo y, hace algunos años, Mackenzie reveló en un libro que tuvo una relación incestuosa con su padre cuando tenía 19 años de edad. Según lo dicho, en la víspera de su primer matrimonio, padre e hija usaron drogas e iniciaron un romance que se extendió por una década.

La relación solo terminó cuando Mackenzie se embarazó y empezó a temer que el bebé fuera de su padre. Ella contó que, en esa ocasión, Phillips pagó para que abortara, hecho que le puso fin al romance.

Por ahora les dejo estas perlas, pero son muchos los casos en la historia, como el de Hitler y su sobrina Angelika, Mozart con una prima, Einstein con su prima Elsa, Gandhi con una sobrina.

 

Sigue leyendo a Oscar Delgado 

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