Estamos viendo aterrados cómo los fenómenos naturales se ensañan con diferentes lugares de la Tierra. Sistemáticamente cada año sufrimos destrucción y muerte por terremotos, huracanes, tornados, tsunamis, incendios forestales, que arrasan todo a su paso, creando pánico y destrucción. Hay quienes dicen que se están cumpliendo las profecías de acá y de allá, pero lo cierto es que la humanidad está siendo castigada por la furia de la naturaleza. El cambio climático debe preocuparnos más que nunca. Mientras solo nos queda vivir preparados para afrontar los fenómenos naturales que se presentaran inevitablemente.

LOS HURACANES

Según  el DHS, Departament of Homeland Security de los Estados Unidos,  los huracanes son las tormentas más grandes y violentas de la Tierra. Las personas llaman a estas tormentas con distintos nombres como tifones o ciclones según el lugar donde se producen. El término científico para todas estas tormentas es ciclón tropical. Sólo los ciclones tropicales que se forman sobre el Océano Atlántico y el Océano Pacífico oriental se llaman “huracanes”.

Como sea que se les llamen, todos los ciclones tropicales se forman de la misma manera.

La Furia De La Naturaleza

La Furia De La Naturaleza

Los ciclones tropicales son como motores gigantes que usan aire cálido y húmedo como combustible. Por eso se forman sólo sobre océanos de agua templada, cerca del ecuador. El aire cálido y húmedo sobre los océanos se eleva desde cerca de la superficie. Como el aire se mueve hacia arriba y se aleja de la superficie, queda menos aire cerca de la superficie. Otra forma de decir lo mismo es que el aire cálido se eleva causando un área de menor presión de aire cerca del océano.

El aire con mayor presión de las áreas circundantes llena el área de baja presión. Luego, este “nuevo” aire se torna cálido y también se eleva. En la medida en que el aire cálido continúa subiendo, el aire circundante gira para ocupar su lugar. Cuando el aire cálido y húmedo se eleva y se enfría, el agua en el aire forma nubes. Todo el sistema de nubes y aire gira y crece, alimentado por el calor del océano y el agua que se evapora de la superficie.

Las tormentas que se forman al norte del ecuador giran en sentido contrario a las manecillas del reloj. Las tormentas al sur del ecuador, giran en el sentido de las manecillas del reloj. Esta diferencia se debe a que la Tierra gira sobre su eje.

Al girar el sistema de tormenta cada vez más rápido, se forma un ojo en el centro. En el ojo todo es muy tranquilo y claro, con una presión de aire muy baja. El aire de presión alta superior baja hacia el interior del ojo.

Cuando los vientos en la tormenta giratoria alcanzan 39 mph, la tormenta se denomina “tormenta tropical”. Y cuando alcanzan 74 mph, se considera oficialmente que la tormenta es un “ciclón tropical“, o huracán.

Los ciclones tropicales por lo general se debilitan cuando tocan tierra, porque ya no se pueden “alimentar” de la energía proveniente de los océanos templados. Sin embargo, a menudo avanzan bastante tierra adentro causando mucho daño por la lluvia y el viento antes de desaparecer por completo.

Dos satélites GOES vigilan los huracanes desde una gran altura sobre la superficie de la Tierra, ¡a una altitud de 22,300 millas para ser exactos!

“Hay quienes dicen que se están cumpliendo las profecías de acá y de allá, pero lo cierto es que la humanidad está siendo castigada por la furia de la naturaleza.”

Estos satélites, construidos por la NASA y operados por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), salvan vidas al ayudar a los meteorólogos a advertir a las personas cuando estas grandes tormentas tocarán tierra.

Cada año los huracanes se organizan en orden alfabético alternando nombres femeninos y masculinos. Además, es importante resaltar que los nombres se retiran, es decir, no se usan otra vez para una nueva tormenta. Quitar el nombre de tormentas memorables evita confundir una tormenta bien conocida históricamente con una actual.

Es en Ginebra, Suiza, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) la encargada de bautizar a los huracanes. Las listas, que se repiten cada 6 años, incluyen un nombre por cada letra del alfabeto y alternan nombres masculinos con femeninos.

El último que se presentó fue IRMA, que azotó toda la región Caribe y sur de la Florida, Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, Haití, Jamaica, Bahamas,  con vientos hasta de 295 Km por hora.

LOS TERREMOTOS

La Furia De La Naturaleza

La Furia De La Naturaleza

Un terremoto es el movimiento de la Tierra causado por la brusca liberación de energía acumulada durante un largo tiempo. La corteza de la Tierra está conformada por una docena de placas de aproximadamente 70 km de grosor, cada una con diferentes características físicas y químicas. Estas placas (“tectónicas”) se están acomodando en un proceso que lleva millones de años y han ido dando la forma que hoy conocemos a la superficie de nuestro planeta, originando los continentes y los relieves geográficos en un proceso que está lejos de completarse. Habitualmente estos movimientos son lentos e imperceptibles, pero en algunos casos estas placas chocan entre sí como gigantescos témpanos de tierra sobre un océano de magma presente en las profundidades de la Tierra, impidiendo su desplazamiento. Entonces una placa comienza a desplazarse sobre o bajo la otra originando lentos cambios en la topografía. Pero si el desplazamiento es dificultado comienza a acumularse una energía de tensión que en algún momento se liberará y una de las placas se moverá bruscamente contra la otra rompiéndola y liberándose entonces una cantidad variable de energía que origina el terremoto.

Las zonas en que las placas ejercen esta fuerza entre ellas se denominan fallas y son, desde luego, los puntos en que con más probabilidad se originen fenómenos sísmicos. Sólo el 10% de los terremotos ocurren alejados de los límites de estas placas.

La actividad subterránea originada por un volcán en proceso de erupción puede originar un fenómeno similar. En general se asocia el término terremoto con los movimientos sísmicos de dimensión considerable, aunque rigurosamente su etimología significa “movimiento de la Tierra”.

Toda la región del Pacifico está expuesta y ha sido afectada por temblores y terremotos.

La magnitud se mide en escalas que van desde 2.0 a 10.0. Se presentan 49 al año de 3.9, 6.200 al año de 4.9, 18 al año de 7.0, como el de México estos días. En el año 1.960 se presentó en Chile uno de 9.5, que fue devastador y arrasó zonas de varios miles de kilómetros.

Veamos los terremotos ocurridos en los últimos 10 años a la fecha:

*2010, 2014, 2015, Chile

*2011, Japón

*2012 Indonesia

*2013 Rusia

*2016 Ecuador

*2017 México, 7 y 19 de Septiembre.

México sufre por estos días un terremoto devastador de 7.1 grados, dos en menos de 15 días.

Según últimos reportes locales, continúan los rescates la mayoría en su capital. Deja al menos 250 muertos.

Sigue leyendo a Oscar Delgado

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