Mi hijo Juan Carlos me comenta:” yaque escribiste del Mientras tanto y el Pero de la envidia, no puedes dejar de comentar algo familiar en muchas las situaciones de la vida diaria y es: el YAQUE”.

Teoría del YAQUE

Teoría del YAQUE

Cuando estamos en casa ocupándonos de las reparaciones locativas siempre aparece: Yaque tumbamos el comedor pues ampliemos la sala, yaque  arreglamos el baño hagámosle un jacuzzi, yaque viajamos a Madrid pues vamos a Italia, yaque  no quieres estudiar vas a trabajar, yaque es tu cumpleaños, celebremos, comeremos por fuera yaque no funciona la estufa, yaque trabajamos con la China, traigamos una buena importación, yaque lo mencionas voy a ver esa película, apoyar la política nuclear puede ser peligroso yaque podría generar hostilidades ,yaque le operamos los senos hagámosle una lipo, yaque tomamos estos tragos pidamos la botella.

Este yaque reemplaza el puesto que o el pues y el sentido de las frases no cambia, pero lo más notable es que una acción nos lleva a las otras que no teníamos pensadas.

Viéndolo desde la óptica familiar este vocablo es peligroso. Tanto como la publicidad que impulsa al consumo y a la compra de productos que no necesitamos, el yaque ejerce el mismo efecto, yaque estamos en esto, ¡hagámoslo!

En la política sí que se aplica este vocablo: Yaque estoy en el congreso  el 10%  de este contrato es mío, en la salud peligrosamente: yaque le operamos los senos hagámosle una lipo, yaque tomamos estos tragos pidamos la botella.

El punto es que la gran mayoría de las gentes son indecisas en su primera decisión  y solo cuando se ven ante la primera acción acuden al yaque, es una forma de eludir la responsabilidad de que no hay más remedio que hacerlo. Esto tranquiliza la conciencia y se convierte además en un argumento de venta de diversos productos y servicios: yaque cambiaron la ducha, cambien todo el baño, es más económico el combo. Siempre necesitamos una satisfacción de compra y otras veces una justificación de ello. Quiere decir que aunque soy muy austero y cuido el dinero, yaque gaste uno gastemos dos. Y así sucede los como en el mientras tanto: yaque estoy en la universidad metámonos al coro, sin tener la mínima vocación musical.

Así las cosas, yaque  Opulix generosamente nos da y motiva con esta ventana, lea mis próximos escritos con temas muy interesantes.

 

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