Mi mascota… mi Hijo

 

Así es, la preferencia por las mascotas está de moda.

En España, según el diario El Mundo, ya son más de 13 millones de mascotas que doblan el numero de niños en los hogares.

En Colombia el mercado de las mascotas ha crecido en un 85%. Mas de 4 millones de hogares con perros y gatos.

Algunas cifras interesantes: La firma Euromonitor estimó el valor de la industria de Pet Care, que incluye productos y alimento para mascotas, en Colombia. Es así, como calcula que llegue a los US 1.115.5361 este año y para el 2026 sea del orden de los $ 6,1 billones. En el 2016 se contabilizaron $ 3,1 billones. ($ 4.500 pesos por dólar)
En volumen, el mercado este año será de 499 millones de toneladas, mientras que en cinco años se proyecta en 561 millones. En el 2016 fueron 422 millones de toneladas.

Nada despreciables estas cifras. Cada vez son más los hogares que deciden compartir sus vidas con una mascota y convertirlas en parte esencial de la familia. Toda clase de productos alimenticios, cuidado especial, gimnasios, spas, comidas en góndolas de supermercados, seguros de salud prepagada, servicios funerarios.

Entre las parejas se ha vuelto común no tener hijos, en su lugar, adoptan una mascota a la que cuidan y protegen como si lo fueran.

Aquellas parejas que han decidido no tener hijos son llamadas “Doble ingreso, no niños”, se caracterizan porque ambos trabajan y su realización personal no se basa en la paternidad/maternidad, sino en su desarrollo personal y económico.

El Papa Francisco también alertó sobre el egoísmo inherente al intento de que las mascotas ocupen el lugar de los hijos y denunció el hecho de que las mascotas nos rebajaban y nos quitaban humanidad, en una audiencia el pasado 5 de enero que dio lugar a una airada polémica en las redes sociales.

Sin duda, asistimos a un proceso en el que se tiende a humanizar a los animales y animalizar a los humanos.

Son varias las razones por las que deciden no tener descendencia:

Por responsabilidad y miedo a traer a un niño a un mundo que ven en decadencia.

No sienten que sea económicamente viable sacarlos adelante de forma correcta.

Están conscientes de que sus aspiraciones y metas personales son tan importantes que tener un hijo sería condenarlo a un segundo plano o renunciar a ese sueño personal.

Muchas de esas parejas deciden adoptar mascotas en vez de niños y las consideran como sus hijos. Tal vez, no una descendencia biológica, pero sí esos seres que se decide cuidar, consentir y proteger hasta el fin de los días y que, en contraprestación, entregan cariño incondicional y la compañía que emocional y afectivamente se requiere.

¿Bueno o malo? ¿Normal o anormal? Las discusiones y opiniones van en todo sentido: desde los antropocentristas que ven a las demás especies como inferiores y por lo tanto sin igualdad de derechos, hasta los naturalistas que entienden a la especie humana como una más y por lo tanto defienden esa decisión. La realidad es que las categorizaciones no dejan de ser valoraciones subjetivas sobre un tema que se integra en el ámbito de las decisiones personales.

Hasta el momento, los estudios científicos han demostrado que existen diferentes beneficios en la relación hombre / animal:

Promueve el sentido de responsabilidad en las personas.

Promueve la empatía y la capacidad de relacionarse afectivamente.

Es una buena forma de tener compañía para quienes rehúyen tener vínculos con otra persona (pareja, amigos, etc.).

Ayuda a mejorar la calidad de vida de individuos que han tenido pérdidas sociales, económicas o de salud.

Brinda la oportunidad de expresar sentimientos y emociones en forma segura.

Evita centrar toda la descarga afectiva en un solo ser (la pareja) y por lo tanto disminuye la tensión por dependencia afectiva.

Se utiliza en terapia psicológica para promover la salud mental.

Genera liberación de oxitocina (La misma hormona que fortalece el vínculo de la madre con el bebé), serotonina y endorfinas cuando se acaricia a los animales y esto hace que se refuerce el vínculo con el animal y haya sensación de bienestar.

 

Recordemos la Ideología Disney:

Las mascotas tienen dos diferencias fundamentales con los hijos (Y los amigos): la primera, no hablan. Esto es importante ponerlo de relieve, ya que la ideología Disney ha confundido a mucha gente, haciéndola creer que los animales hablan y tienen lenguaje, pese a que solo esté demostrado que se comunican. Los animales no tienen Historia, no hacen chistes, no tienen un sistema filosófico desarrollado. No escriben, no crean arte, no dejan huella de sus historias porque no hay testimonio ni escrito ni hablado de ellas. Los animales, al no hablar, no pueden contarnos relatos, ni tampoco contarse relatos entre ellos.

Hoy, las cosas son un poco diferentes. Sólo el abrazo a otro ser humano y volver a creer en la potencialidad de éste nos devolverá a un horizonte civilizatorio deseable, En ese abrazo, también reside la esperanza para el resto de los animales, que merecen ser tratados con justicia y como lo que son en lugar de exigirles ser nuestros hijos sustitutivos, con toda la carga afectiva y emocional que eso les supone y que jamás podrán corresponder

 

Y como un gran contrasentido se habla constantemente de los perros más adecuados para los niños: Labrador, Golden Retriever, Boxer, Cocker, Bichón, maltés, Pug, Beagle, entonces en poco hablaremos de los niños mas adecuados para los perros y gatos.

 

 

Sigue leyendo a Oscar Delgado

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