El mundial de football Qatar 2022, es el evento más visto y deseado del mundo deportivo y se celebrara, después de mucha controversia, en Qatar, estado soberano árabe.

Que la Copa del Mundo 2022 sea un éxito no depende solo de los futbolistas. Detrás del brillo del Mundial está el trabajo de miles de personas migrantes, la clave para hacer realidad el sueño de Qatar 2022. Pero 10 años después de que la FIFA concediera el torneo a Qatar, miles siguen bajo la explotación de patrones sin escrúpulos.

Migrantes procedentes de Bangladesh, India y Nepal que trabajan en la reforma del emblemático estadio Jalifa y el ajardinado de las instalaciones deportivas y zonas verdes circundantes, la denominada “Aspire Zone”, están siendo explotados.

Millones de hombres y mujeres de Asia y África han llegado a Qatar en busca de un futuro mejor. Son el 95% de la mano de obra del país y están construyendo los estadios, las carreteras, el metro. Cuando comience el torneo, atenderán a los jugadores y a las aficiones en hoteles, restaurantes, transportes, etc. de todo Qatar.

Como entidad organizadora de la Copa Mundial, la FIFA tiene el deber de garantizar el respeto de los derechos humanos en el contexto de los preparativos y el desarrollo de la competición. Eso incluye la obligación de hacer rendir cuentas a sus socios de la Copa Mundial y utilizar su influencia para presionar a Qatar a fin de que reforme plenamente su sistema laboral.

Teniendo esto presente, las oficinas de Amnistía Internacional de más de 20 países van a enviar una carta a las asociaciones nacionales de fútbol de sus respectivos países pidiéndoles que intervengan activamente para garantizar los derechos de las personas trabajadoras migrantes.

Por último, Amnistía Internacional está pidiendo a aficionados en diferentes países, que firmen una petición e insten a la FIFA a ayudar a cambiar las condiciones de trabajo de las personas que hacen posible el campeonato.

Qatar es uno de los países más ricos del mundo, pero su economía depende de los dos millones de trabajadores migrantes que residen en él. Todas esas personas tienen derecho a recibir un trato justo en el trabajo, así como justicia e indemnizaciones si sufren abusos.

3.200 – trabajadores, en su mayoría migrantes, que trabajan a diario en las obras del estadio Jalifa

1,7 millones – Trabajadores migrantes, mas del 90 % mano de obra.

234 – hombres que trabajan en el estadio Jalifa y la Aspire Zone y sufren abusos y explotación; algunos son víctimas de trabajo forzado

500-4.300$ – cifra que pagan los trabajadores migrantes a las agencias de contratación en sus países de origen para conseguir un trabajo en Qatar

El informe de Amnistía Internacional muestra cruelmente lo que sucede con los inmigrantes, no mas de US$200 es el salario medio mensual a los obreros y fueron más de 2 mil millones de dólares los ingresos de la FIFA en 2014, juzguen ustedes.

 

 

Sigue leyendo a Oscar Delgado

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