El sadismo tiene lujuria de abominación, el ágil de la discordia, se entromete en la verdad para causar decepción, la pérdida de coraje y el horizonte, lo que le emociona.  Superior a la inestabilidad, y al fuego innegable, no me desmorono, no me desanimo, y no fracaso, porque mi espíritu es libre.

El abismo aquí en la tierra

El abismo aquí en la tierra

El inconstante no tiene ningún papel en la vida, se rasga el pelo cuando descubre que alguien tiene el propósito de aliviar una tristeza;  Como muchos truenos de odio, te devolverá tu pena.

-Mortecina lánguida y apagada, que aplasta el corazón, sin originalidad, es devorada por los sentidos, dueña de su patético procedimiento, su respiración es pútrida y fluctuante-.

Velo roto, no sabe cómo encauzar una tristeza,  creo en mí misma, no me desanimo, me impulso y crezco;  Me aferro al árbol de la vida y no me quiebro.  Sienta la cordura, pero tenga cuidado de que reviente ante el denuedo, la genialidad, el amor, la placidez y la alegría.

El sadismo porta una subsistencia amarga, finge en el corazón, finge amistad, sus credenciales son un proyecto de ley falso.  No doma su inestabilidad, los vacíos en el alma le crean angustia e inquietud, el barro le silencia los sentidos, torpedea el corazón.

No esperaba cruzar el abismo aquí en la tierra, nadie te dice que el campo está socavado. Confío en que Dios, el dueño de todo, es el que tiene la cerradura, el determinado, el que no se desvanece, no palidece, no se arruga y no arruina.

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