México ha demostrado una vez más que a pesar de tener todos los problemas que puede tener, cuando es hora de subirse las mangas de la camisa y ponerse a trabajar en equipo, son los primeros en hacerlo.

El devastador terremoto ocurrido el 19 de septiembre y que ha dejado por el momento más de 250 muertos fue un ejemplo perfecto de solidaridad entre los ciudadanos.

Tal y como ocurrió en el terremoto de 1985, que dejó más de 10.000 muertos, los mexicanos salieron a la calle con agua, comida, mantas, linternas para ayudar a los que lo han perdido todo.

También los hay que simplemente han ayudado a sacar ruinas, pedazos de piedras y retirar escombros con sus propias manos dejando de hacer su vida, acudir al trabajo, llevar a sus hijos a la escuela y cualquier otra actividad cotidiana.

Todos los mexicanos, de forma espontánea se han unido a una para intentar salvar las máximas vidas posibles de las personas que aún están sepultadas bajos las ruinas.

Desde los que se lanzaron a la calle con carteles de “Silencio”, para poder escuchar los susurros de los supervivientes y encontrar vidas, hasta los que se prestaron para hacer una cadena humana y seguir sacando cuerpos con o sin vida.

En un país con tantos problemas, tanta desconfianza política y descontento social, los mexicanos no han esperado órdenes y se han lanzado a las calles de forma espontánea, con el único objetivo de intentar restablecer la calma ante el caos.

No han recibido ninguna orden del gobierno ni de administración civil, no han esperado a que la policía se organizara, simplemente han salido a ayudar de forma voluntaria.

El espíritu de solidaridad que ha renacido recuerda al de 1985, cuando los mismos mexicanos de a pie salieron a salvar vidas de una ciudad que no estaba preparada para una tragedia de semejante calibre.

Puede que esta vez no hayan sido tantos muertos ni tanto desastre como hace 32 años, pero la solidaridad y empatía del pueblo mexicano sigue intacta.

Sigue leyendo a Viral Team

No Hay Más Artículos