Lo que que queda del original Thanksgiving

Thanksgiving, o día de Acción de Gracias en español, es una festividad norteamericana celebrada el segundo lunes de Octubre, en Canadá, y el cuarto jueves de Noviembre en los Estados Unidos. Quizá este último sea el más conocido a nivel mundial, debido a los grandes anuncios, desfiles, promociones que inauguran la temporada de compras navideñas y fútbol americano. Aunque hoy día no tenga mucho que ver con la primera conmemoración en 1621, todavía sigue reuniendo a familias en el comedor para compartir tiempo juntos.

La historia

Nacida en la tradición inglesa de los tiempos de la reforma protestante en el reinado de Enrique VIII y es muy similar a un festival de la cosecha. Esta es su historia: en 1620 zarpa un barco inglés llamado ‘Mayflower’ desde Plymouth con 102 pasajeros buscando nuevos horizontes y con la promesa de poseer tierras en el nuevo continente. El viaje duró 66 días y atracaron en el Cabo Cod al norte del río Hudson. Después de un mes, los pelegrinos comenzaron a construir una villa pasando la bahía de Massachusetts. En el proceso, la mayoría de los colonos ingleses permanecieron viviendo en el barco, donde, a causa de enfermedades letales, sólo sobrevivió la mitad de la tripulación. Después del invierno, en Marzo, recibieron la visita de un indígena Abenaki, quien sorprendentemente los saludó en inglés. Días después, regresó con un miembro de la tribu Pawtuxet llamado Squanto. Él, quien había sido secuestrado por un capitán inglés, vendido como esclavo y regresado a los Estados Unidos como explorador, enseñó a los pelegrinos a cultivar, pescar y a recolectar alimentos evadiendo plantas venenosas, además de crear la primera alianza de los nativos americanos con los europeos.

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Orillas del río que atraviesa la población de Pawtuxet

En noviembre de 1621, el gobernador William Bradford organizó un banquete de tres días para celebrar una exitosa cosecha e invitó a sus aliados indígenas. Ésta fue la primera cena de Acción de Gracias, aunque el menú no fue como el que tenemos en la actualidad, dado que en ese momento los asentados europeos carecían de las comodidades del viejo continente y no tenían hornos para hacer pasteles o postres. La tradición se volvió oficial cuando en 1789 el general George Washington proclamó festividades para que los norteamericanos expresaran su gratitud en conmemoración de la independencia y la nueva constitución. Tiempo después, el estado de Nueva York fue el primero en decretar un día específico para la celebración, en 1817. En 1863 Abraham Lincoln proclamó esta fiesta como nacional para el último jueves de noviembre, aunque Roosevelt movió la fecha una semana arriba debido a la Gran Depresión en lo que se conoció como Franksgiving. Finalmente, adoptó la fecha del cuarto jueves de noviembre, en 1941.

Tradición actual

Actualmente, los valores originales no han perdurado y de lo que se trata ahora es de una cena, en la cual el 90% de los norteamericanos comen pavo relleno asado o al horno, puré de papas, salsa de arándanos y tarta de calabaza. Además de un gran número de desfiles conmemorativos, el más grande celebrado por los grandes almacenes ‘Macy’s’ en Nueva York desde 1924. Tiene un alcance de 2 a 3 millones de espectadores en las 2,5 millas de recorrido y muchísima más audiencia por televisión. Presenta grandes carrozas con personajes animados, celebridades y presentaciones de bandas y cantantes famosos. Todo esto da paso a las rebajas del Black Friday y por internet en el Cyber Monday.

Celebraciones a nivel mundial

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Colas en una tienda durante el Black Friday

Tribu Timucua

Aunque esta tradición ha sido mundialmente comercializada como norteamericana, existen datos que confirman celebraciones similares en otras partes del mundo. En 1565 el explorador español Pedro Menéndez de Avilé invitó a miembros de la tribu Timuca a una cena en St. Agustine, Florida en agradecimiento a Dios por haber llegado a salvo a puerto. Igualmente, otros navegantes británicos celebraron una cena cerca al río James en el estado de Virginia. Desde tiempos ancestrales los romanos, griegos y egipcios celebraron banquetes de agradecimiento. Y celebraciones más modernas como el Erntedankfest en Alemania (Festival de Agradecimiento por la Cosecha), y el Oktoberfest celebrado casi al mismo tiempo. En Japón, el 23 de noviembre se celebra el Día de Agradecimiento por el Trabajo, que tiene sus raíces en la antigua ceremonia de la cosecha (Niiname-sai), conmemorando el trabajo arduo.

¿Qué nos queda?

Los tiempos cambian, los valores de antes no son los mismos que los de hoy. Para bien o para mal la sociedad se transforma y en estos momentos, las motivaciones comerciales mueven más que un sentimiento de agradecimiento y colaboración. Me gusta mucho esta época para compartir con mi familia y amigos, pero intento que el sentimiento de ayuda al prójimo perdure sobre toda la parafernalia para empezar las compras navideñas. Por eso quiero hacer un llamado de atención en el que, aunque sigamos las tradiciones propias de nuestros países, tengamos espacio también para la reflexión y devolver un poco de lo que se nos ha dado, puesto que hay personas que están en situaciones de precariedad y necesitan más solidaridad. Destinar un poco de lo que invertimos en horas frente a la televisión, dinero en comida que muchas veces se tira, vestidos y trajes que sólo llegamos a ponernos una vez y regalos que no nos van a dar más felicidad. Porque la verdadera felicidad está en ver la sonrisa de una persona que ha perdido la esperanza y que quizá con un simple gesto de solidaridad, le podemos devolver.