Uno vuelve siempre a los viejos días donde amó la vida…..es una parte de una canción, y es cierto, la nostalgia frente al pasado es muy frecuente, no porque el futuro sea menos amable , sino por la ausencias.
Son muchas las sillas vacías, mi padre, mi madre, mi suegra, la mamá de mi suegra, mi cuñado, y muchos más, quizás ellos son los más cercanos, y por eso son los primeros en venir a mi mente.
En esta ocasión ,  en estos momentos , recuerdo a mi padre y mis largas conversaciones sobre distintos temas, desde la religión, pasando por la segunda guerra mundial, los reyes, política , entre otros temas.
Y estas conversaciones las tengo desde que yo era pequeña, no recuerdo con exactitud, tal vez desde los 9 o 10 años.
Mi padre, Jorgito, proveniente de familia judía , excelente padre, esposo , amigo.
Siempre que hablaba conmigo , le gustaba intercalar palabras difíciles, no frecuentes para que le preguntara acerca de su orígen y significado, con una inteligencia superior a la normal pero con una humildad aún mayor, con una sensibilidad increíble y un amor hacia todos y especialmente hacia mi madre , por quien y para quien vivía y se desvivía y para con nosotros , sus hijos también.

Con estudios de Ingeniería, no concluídos, con conocimientos de latín , alemán, francés, inglés, de política ,  le era fácil tratar diversas temáticas y mis charlas con él eran aguardadas por mí con ansiedad todos los días , cuando el volvía del trabajo.
Solía conseguirme y conseguirnos todo lo que necesitáramos en el colegio, pero lo más importante, estaba , su presencia era visible, tanto para su familia como para sus amigos.
Creo, que Dios se lo llevó antes , para no ver a mi madre(necesito un capítulo aparte al igual que mi suegra)sufrir , padecer más que nada un Alzheimer terrible ,no lo hubiera podido soportar, tal era el amor que le profesaba, un verdadero amor, intenso, que va más allá de la muerte.
Jorgito, papá, no hay una época del año, ni un mes , ni un minuto en el que no te extrañe, mumi(como cariñosamente me llamabas)casi está llegando a la edad en la que te fuiste,y todavía Dios me deja en esta tierra, y mientras viva, viviré para recordarte, porque al hacerlo seguís proyectando tus sueños, tus ideales, tu amor.

Sigue leyendo a Claudia Nemirovsky

No Hay Más Artículos