Un método anticonceptivo es «cualquier acto, dispositivo o medicación para impedir una concepción o un embarazo viable». Según el antiguo mito griego, Perséfone, la diosa de la primavera, al ser raptada por el dios Hades y arrastrada al inframundo, se negó a comer nada excepto semillas de granada. Hoy en día, los historiadores médicos saben el porqué de su determinación la granada fue uno de los primeros anticonceptivos orales.Durante muchos siglos, las mujeres griegas celebraron el escape de Perséfone del inframundo en los festejos conocidos como Tesmoforia. Había cuatro plantas que eran esenciales para realizar los rituales secretos que se llevaban a cabo durante este festejo. Estas eran: la granada, el poleo, el pino y el vitex, también conocido como “árbol casto”. Todas estas plantas son hoy reconocidas por sus cualidades anticonceptivas.
Margaret

La demostración de que la anticoncepción hormonal era posible, aparece por primera vez en el trabajo de Ludwig Haberlandt, fisiólogo de la Universidad de Innsbruck, quien publicó muchos trabajos sobre este tema desde 1921 y fue quien señaló en 1927 que la progesterona era capaz de inhibir la ovulación; sin embargo, el método no resultó entonces porque la actividad hormonal era muy baja. En esos años se descubrió la estructura química de las hormonas sexuales y entre 1929 y 1934 se identificaron los primeros estrógenos y la progesterona. Durante las décadas de 1940 y 1950, Margaret Sanger hizo un estricto seguimiento de las investigaciones sobre anticonceptivos orales y financió personalmente algunos trabajos de investigación. Sin embargo, el momento decisivo se produjo cuando una notable mujer llamada Katharine Dexter McCormick (1875– 1967) ofreció su apoyo financiero para la investigación destinada a producir un anticonceptivo oral.

“La primera píldora anticonceptiva fue creada a partir de raíz del barbasco,
o cabeza de negro, planta silvestre Mexicana”
Gabriel M.R
planta
Los esfuerzos de Sanger y McCormick hubieran sido en vano de no ser por las tradiciones folclóricas de los descendientes de los aztecas. Las investigaciones básicas que condujeron a la píldora resultaron posibles cuando Russell Marker descubrió que varias generaciones de mujeres mexicanas habían comido una planta silvestre Dioscorea composita como anticonceptivo, también conocida como la raíz del barbasco, o cabeza de negro. De estas plantas, Marker pudo extraer la progestina que Gregory Pincus combinó con estrógeno para crear la fórmula de la primera píldora anticonceptiva llamada Enavid. A partir de este momento se trabajó para perfeccionar cada vez más la técnica y obtener productos de mayor efectividad, así surgieron innumerables compuestos en el mercado. Es por esto que la introducción de los contraceptivos orales en la década de 1960 se considera uno de los mayores logros en medicina durante este siglo y más de 300 millones de mujeres los han usado en los 35 años transcurridos desde entonces.

 

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