El México de afuera, ayer y hoy

Finalmente, este próximo martes 8 de noviembre, los estadounidenses emitirán su voto para decidir, por conducto de sus compromisarios en el Colegio Electoral, si será Donald Trump o Hillary Clinton, quien ocupe la Casa Blanca para gobernar al país más poderoso de la tierra.

Desde la primavera del 2015 en que inició la precampaña en Estados Unidos,  no sólo los ciudadanos de ese país, sino millones de personas en otros países, hemos observado con inquietud, con azoro, con gran expectación y hasta con decepción,  el desarrollo de estas campañas que tienen como marco el sistema electoral más complejo de las democracias occidentales.

Hillary o Trump: Consecuencias para México

Hillary o Trump: Consecuencias para México

Durante esta campaña, inédita en la historia de Estados Unidos,  hemos visto de todo: la sorpresiva y cuestionable nominación de un candidato que se ha visto evidenciado con todos sus defectos de personalidad, sus conductas inmorales e incluso ilegales, y que con todo el cinismo y sin pudor alguno pretende aún ser el “salvador” de ese país; un Partido Republicano dividido y avergonzado por el candidato que nominó y en riesgo de perder la mayoría en el Congreso o, al menos, en el Senado; un discurso dirigido más a destacar de manera sórdida y escandalosa las debilidades de cada candidato que sus fortalezas para gobernar; múltiples campañas para promover el voto, como nunca antes; una comunidad latina mayoritariamente unida frente al enemigo común; imputaciones directas de espionaje por parte de Putin, por un lado, y un llamado a que éste intervenga dando a conocer los e-mails hackeados, por el otro ; una frenética retórica de odio que ha provocado manifestaciones de violencia muy lamentables y un peligroso incremento de grupos extremistas organizados; un país dividido que ha mostrado, por una parte, su descontento con el establishment, y por otra, su lado más obscuro: el racismo y la intolerancia que ha llegado a la amenaza abierta de algunos de estos grupos de…matar, si es necesario, para imponer a su candidato; una intensa participación de las redes sociales nunca antes vista; reiteradas muestras del ingenio de los caricaturistas, de parodias televisivas y de los memes de los electores que han hecho mofa de los candidatos, del muro, y de los hashtags  the mexican thing,  the taco trucks y hasta de Nasty woman; una abierta y activa campaña del presidente  de Estados Unidos y de su esposa durante este proceso electoral en favor de Clinton, y otros manifiestos públicos en el mismo sentido por parte de muy diversos y numerosos grupos y medios de comunicación, incluidos algunos del extranjero; y además, un gobierno mexicano irrumpiendo lastimosamente en la campaña con la errática invitación a Trump, y como contraparte un corrido para Hillary compuesto por  Vicente Fernández y una fiesta para ella de Los Tigres del Norte.

Y ahora, en la recta final, después de los debates o debacles para Trump, vemos lo impensable: su cuestionamiento sobre la legitimidad de las elecciones, si no resulta ganador: el Knockout que no logró Hillary, se lo aplicó él mismo al atentar contra la base fundamental de la democracia en un país que se jacta de ser el paladín de ésta en el mundo.

Todo lo anterior que puede calificarse de deplorable por algunos o resultar divertido para otros, tiene, de hecho, una gran importancia para los estadounidenses que pronto definirán el modelo de país que quieren.  Y la tiene para el mundo, y muy concretamente para México. Así que, mientras se despeja la incógnita sobre quien será el Presidente de los Estados Unidos de América – aunque al momento todo parece apuntar a que Hillary ocupara la Oficina Oval –, en México se han llevado a cabo diversos foros y encuentros dirigidos a analizar los escenarios que podrían presentarse con uno u otro candidato como presidente, tanto a nivel global, como respecto a México.

Destaco dos de estos foros: “Trump vs Clinton: ¿Muros o puentes en las Relaciones Internacionales” organizado por el Konrad Adenauer Center, que tuvo lugar el pasado 6 de octubre y el Encuentro “México-EEUU: Los peligros de la coyuntura” celebrado los días 17 y 18 de este mes bajo el auspicio de El Colegio de México y el Centro Tepoztlán. En ambos foros se concluyó que un gobierno encabezado por Trump sería desastroso para nuestro país y que uno dirigido por Clinton presentará también serios retos para nuestro país.

Hillary o Trump: Consecuencias para México

Hillary o Trump: Consecuencias para México

Hoy somos testigos distantes de una campaña electoral. Mañana seremos vecinos distantes del país más poderoso de la tierra, con el que estamos  unidos de manera indisoluble e inextricable. Urge recomponer la relación bilateral,  y las condiciones no son favorables. Hillary Clinton fue agraviada y ha rechazado los reiterados intentos de acercamiento de Peña Nieto y de su equipo. No somos una prioridad para ella, no lo hemos sido nunca para Estados Unidos. Es momento de analizar las estrategias a seguir para lograr que el nuevo gobierno revalore la importancia de nuestro país, como socio comercial y factor de su productividad y su competitividad ; como su aliado en la lucha antidrogas y en la contención de la migración desde Centroamérica y otras regiones; como país sede de fuertes inversiones estadounidenses y origen de muchas mexicanas en aquel país; como vecino que alberga a más de un millón de ciudadanos estadounidenses y país de origen de 35 millones de personas que residen en Estados Unidos, y como país que, geográficamente, es vital para su seguridad. Se avizoran fuertes tensiones por el estado que guardan en México la violación a los derechos humanos, la inseguridad, la corrupción y la impunidad que amenazan la gobernabilidad. Los mexicanos estamos preocupados, ojalá nuestros gobernantes estén ocupados.

                    

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