La mala sangre y la politiquería, han provocado que los últimos días veamos y seamos testigos, de la más reciente escapada masiva de africanos hacia el continente europeo, para ello han aprovechado el enclave que España tiene en la Península Tingitana, la Ciudad de Ceuta, ubicada justo enfrente del Peñón de Gibraltar, al norte de Marruecos, la oleada actual no ha buscado aún cruzar el Mediterráneo, eso con seguridad será una discusión que vendrá después, lo primero y fundamental por ahora es, conservar la vida, es un evento sin precedentes en el que se calcula,

ya son poco más de ocho mil personas las que han intentado a nado, buscarse una oportunidad de vida que su lugar de origen no les da.

 

Los seres humanos hemos sido nómadas por naturaleza, desde nuestros orígenes cavernarios, siempre hemos buscado el plus ultra, para conseguir alimentos, un techo, un mejor clima, o simplemente comercializar más, este espíritu natural llevó a los chinos a conocer todos los continentes, a los vikingos los trajo a América, a Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano del Puerto a circunnavegar de manera pionera la tierra, los soviéticos fueron los primeros en sacar del planeta y regresar con éxito a una persona, hoy los norteamericanos tienen un Rover explorando la posibilidad de que un individuo se instale en Marte, nuestra naturaleza es movernos, migrar.

 

Sin embargo, los últimos años la cuestión migratoria ha cobrado una relevancia negativa cada vez mayor,

me llama la atención, que las últimas décadas se asome de las penumbras y se externalice, pero no como siempre lo debió haber sido, siendo lo normal, hoy la connotación negativa es lacerante, siempre contraria al migrante, como si movernos fuera lo raro, lo extraño, es poderosamente indicativo el contexto ofensivo en el que está revelándose a la luz pública. Me recuerda hace algunos años, el titular de un periódico que decía algo así; “Otro Ecuatoriano Involucrado en un Crimen”, (cito de memoria), al solo leer las ocho columnas, el lector tendría la idea, de que una persona de esa nacionalidad había cometido un delito, pero los que tuvimos la curiosidad de leer la nota completa, nos enteramos de que un ecuatoriano fue asesinado para ser robado.

 

En la actualidad el 3.5 por ciento de la población del mundo es migrante,

lo que significa aproximadamente 261 millones de personas, equivalente a todos los habitantes de Indonesia, que es el cuarto país más poblado del mundo, más del doble del total de mexicanos, son los que se han visto en la necesidad de abandonar su lugar de origen; los países con más inmigrantes son, Estados Unidos con 47 millones de personas, Alemania y Rusia con 12, Arabia Saudita ha recibido 11 millones, Reino Unido 9, Emiratos Árabes Unidos, Francia y Canadá 8, un millón menos Australia y 6 millones España; es claro que sueño americano sigue vigente.

 

Sin la menor duda la migración debe poder ejercerla quien guste, deberá de ser una opción parte de los derechos fundamentales de las personas,

la canallada se da cuando la necesidad, pobreza, y angustia, de la gente es utilizada con fines perversos y de politiquería, hoy los africanos que salen a nadar un tramo de 200 metros, muchos sin saber hacerlo, entre la frontera de Marruecos y la Playa de Trajal en Ceuta, son utilizados como carne de cañón, por el Gobierno marroquí como represalia al español, que insensatamente permitió al enemigo número uno de los Alauíes, Brahím Ghali jefe del Frente Polisario, quien de forma frontal con el apoyo de Argelia disputa el territorio del Sahara Occidental, para que se atendiera en Logroño de las secuelas que le causó el COVID-19.

 

España fue petulante, permitió que bajo la falsa identidad de Mohamed Benbatouche, este personaje arribara desde Argelia al aeropuerto maño y de ahí con parte sin firmar, a nombre de Mohamed Seghir Nekkache, médico muerto en 2010, una ambulancia lo trasladará a la Rioja, la embajadora de los africanos Karima Benyaich Millán, respondió sin ambages,

“hay actos que tienen consecuencias, y se tienen que asumir”,

hoy a pesar de los 87 millones de euros que España ha entregado desde 2019 a Marruecos para que frene la migración, casi milagrosamente se abrió la salida de los sahel, eso en pocas palabras significa enviar a una muerte segura a miles de personas, entre ellos, muchos niños, Fez tendrá que asumir. A los ibéricos les tocará pagar todas las facturas, primero, el paciente Polisario en Europa tiene al menos dos órdenes de detención anteriores, una en 2013 y otra en 2016, ¿hoy si será detenido?, y segunda y más importante, la sociedad internacional ve con asombro mayúsculo como el ejército no ha podido controlar las hordas, y más aún como se han deportado ipso facto, a más de 6,500 personas sin un cuidado, ni respeto a los derechos humanos más elementales de las personas.

 

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