Prácticamente desde su ingreso a la otrora Comunidad Económica Europea el en 1973, el Reino Unido no se sintió cómodo en el organismo, y solo dos años después, se convocó a una votación popular sobre la permanencia del país en la CEE, el resultado fue abrumadoramente mayoritario por continuar, ya que casi el 70% de los votantes aceptaban estar en la institución, 43 años después el 23 de junio de 2016, lo británicos en un segundo referendo decidieron abandonar la Unión Europea, el resultado fue reñido pero adverso para los europeístas, el 51.9% de los votantes contra el 48.1% votaron por la salida.

 

La apuesta le costó al entonces Primer Ministro David William Donald Cameron el cargo, fue relevado por Theresa Mary Brasier el 13 de julio, quien desde hace tres años tiene como principal consigna, sacar a Albión con el menor de los daños posibles pactando los mejores beneficios para ellos, digamos como siempre han acostumbrado a lo largo de los siglos, aprovechar lo de otros sin dar a cambio. Y es que, en un primer momento la negociación buscaba salir para quitarse de todas las contribuciones que significaba estar en el organismo, como las cuotas de inmigrantes, pero sí mantener los beneficios de la institución, por ejemplo, que sus estudiantes fueran a universidades europeas sin restricciones; muy lejos del mensaje que los negociadores de Bruselas querían establecer y dejar como precedente, a fin de evitar posibles nuevos intentos de abandonar el ente.

 

A lo largo de estos meses las negociaciones han sido intensas, complejas y más rudas de lo que cualquier analista se hubiera imaginado, sin embargo los golpes más bajos ruines y arteros han sido al interior de la misma clase política británica especialmente en los salones y pasillos de Westminster, por lo que, ante los embates de unos y otros Theresa May ha ofrecido su cargo, pensando que con eso calmaría las ansias de sangre de los parlamentarios, lo cierto es que desde el momento que asumió el cargo el 13 de julio, se sabía que su gestión solo sería para cumplir el tramite de salida, hoy cándidamente lo puso en la mesa de negociación, mala jugada, ya que como era lógico, los opositores le replicaron, que si no puede con el trabajo, que convoque a elecciones generales y se vaya ahora.

 

No se puede soslayar que Reino Unido es la quinta economía del mundo, solo después de Estados Unidos, China, Japón y Alemania, lo cual es un peso mayor en el concierto internacional, y mucho más en la zona, por ello es que una salida friccionada como se prevé dejará saldos negativos para los isleños, pero también para los europeos y en general para el orbe, si bien las opciones y el tiempo se agotaron, ya que en estricto la salida debió iniciarse el 30 de marzo, cuando se tendría un periodo de 21 meses, en que se soltarían las amarras, ya no fue así, justo un día antes el día 29 los diputados rechazaron por tercera ocasión el Plan de Salida de May, El Plan de Damas, en referencia a que se diseñó en su casa de campo, Chequers Court, que contiene cuatro pilares, mercado común de bienes, máxima cooperación posible en materia de defensa, facilidades de movilidad de los ciudadanos y un acuerdo flexible para los servicios; hoy el parlamento tiene en sus manos el plan de salida y será el que presenten a Europa antes del 12 de abril, fecha que solicitaron a Bruselas como prórroga para tener una salida con acuerdo.

 

Las opciones son pocas, detectamos cuatro; BREXIT sin acuerdo, es la alternativa más compleja para todos, a partir de la fecha fatídica Gran Bretaña sería un país más con relación a la UEuropea y hay escenarios catastróficos para todos, especialmente para los Albión; la idea laborista, los opositores al gobierno proponen una unión aduanera y aceptar la protección laboral y social de Europa; tres, retirar el “backstop” sobre Irlanda, que es la garantía que los ingleses han dado de no volver a dividir la isla irlandesa, algunos creen que ello es un trampa y que eso pronto los hará volver a la unión, acuerdo que sería impensable para los 27; yo creo, y solo es mi opinión, que la opción es el BREXIT a la noruega, el Reino Unido permanece dentro de una unión aduanera y se somete a las reglas del espacio económico europeo, a cambio de ello recuperan control de sus fronteras y migración.

 

Falta muy poco para saber en que termina el sainete armado por los británicos, los que sí es un hecho nuevo referéndum ni de broma, sería un insulto para todos, es como repetir una consulta hasta que salga el resultado que nos gusta; por cierto, el Kylie es un boomerang australiano, el cual no pego en el blanco y ahora ataca al cazador.

 

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