Una de las lamentables constantes más importantes en nuestro mundo, son las problemáticas que surgen por la raza de las personas, y es que a lo largo de la historia de la humanidad, este ha sido el origen de múltiples guerras, luchas, y en el menor de los casos, desacuerdos verbales, que es muy probable tristemente nunca terminen.

Pareciera ser, que lo más a lo que podemos aspirar, es a convivir en paz, pero lejos de la armonía, y en respeto mutuo. De principio es una ridiculez estúpida, pensar que esencialmente somos química, y vemos que nuestra cadena del ácido desoxirribonucleico es 99.9999999%, igual a la de todos los seres humanos, entonces, ¿por qué nace o se da?, ese sentido de diferencia que puede ser tan grande, persistente, zafio, y bruto.

Estos dogmatismos raciales, nos hacen estar en contra por ejemplo, del migrante, que está demostrado, contribuye en un porcentaje importante en el crecimiento económico de las sociedades a las que llega, pero se le niega cualquier beneficio, hasta los de básica humanidad, como el derecho a la alimentación, salud, y educación.

Y si bien todas estas manifestaciones causan asombro, aunque nadie hagamos mucho que digamos por evitarlas, llama más la atención, cuando provienen de un país como Estados Unidos, conformado con base a la migración, la cual inició un 14 de mayo de 1607, cuando 104 hombres, que habían salido del Támesis, desembarcaron de los navíos Discovery, Godspeed, y Susan Constant, en lo que hoy es Jamestown, Virginia, en la costa atlántica, donde tuvieron que aprender a supervivir rápidamente, ya que en solo siete meses, las enfermedades y la inclemencias del terreno, le cobraron la vida a 73 de ellos, los 31 restantes, se hicieron fuertes, y con la venta de tabaco, a su natal Inglaterra, se constituyeron en los primeros migrantes de la nación.

Se puede decir que hace 400 años, inició la lucha racial en Estados Unidos, donde precisamente las plantaciones de tabaco y algodón, requirieron la importación masiva de mano de obra, preferentemente negra africana, que literalmente llegaba para ser esclavizada, y construir con su trabajo, el imperio más grande de la edad moderna. En absoluto apego a la verdad debemos decir, que algunos norteamericanos nativos, y pocos negros también tuvieron esclavos, fue algo digamos generalizado, sin embargo, la inmensa mayoría eran blancos los “dueños” de esclavos negros; tuvieron que pasar muchos años, para que los blackberry que pesaban sobre ellos comenzaran a soltarse.

La Guerra de Secesión entre 1861 y 1865, determinó el modelo económico que debería de seguir la Unión, lo que estaba a discusión, era la elección o imposición del modelo de desarrollo económico, por una parte el desarrollo tecnificado del norte, en donde la máquina de vapor era el símbolo de progreso y crecimiento, dejando de lado, al feudalismo, caracterizado por el uso de la mano de obra intensiva casi gratuita, impulsado en el sur, con el triunfo de los progresistas, se otorgaron algunos derechos para los esclavos, como poder moverse de ciudad o recibir salario, que en esencia es la vida del capitalismo.

Sin embargo, prácticamente no cambio nada en el fondo racial, siguieron los lugares separados racialmente, en las escuelas, restaurantes, autobuses de pasajeros, la segregación empeoró, porque además había que sumar la sed de venganza de ambos lados, que se sintieron ofendidos, bien podemos decir que no hubo cambios sustantivos, por ello es que, en la década de los años cincuenta del siglo pasado, la conjugación de dos eventos vinieron a dar la primera transformación real de la situación, el primero de ellos fue la difusión por radio, de un ritmo musical nacido en Nuevo Orleans en los años treinta, y difundido por Albert James “Alan” Freed (Moondog), el Rhythm & Blues afroamericano, que el rebautizó como, Rock and Roll, sin que se supiera que el ritmo era tocado por negros, y en la misma década, el inició de la lucha del Reverendo Martin Luther King Jr.

¿Hay avances?, por supuesto que sí, algunos maravillosos e insospechados, baste decir, el triunfo electoral de Barack Hussein Obama en noviembre de 2008, pero las deudas siguen siendo muchas, esta semana que termina, Minneapolis, en el Estado norteño de Minnesota, nos hace voltear nuevamente. Todo parece indicar que George Floyd, que hasta donde se sabe, llevaba una vida más o menos normal, y de beneficencia, intentó pagar con un billete falso, al ser detectado, fue reportado a la policía, las imágenes no dejan lugar a dudas, la actuación de los agentes fue del grado tal, que a un simio le daría vergüenza, el descerebrado que lo sostiene con la rodilla en el cuello, impidiéndole respirar, provocándole posteriormente la muerte, impulsó a que hoy, pese a las restricciones que se deberían de guardar, la gente ha salido a protestar bajo el grito de “I can´t breathe”, convirtiéndose en el símbolo de un hartazgo, al que ya muchos hemos llegado.

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