En esta esquina, con casi 22 años de ejercer el poder en Rusia, el experimentado, Vladímirrrrr Vladímirovich Putin, en esta otra, con dos meses como presidente de Estados Unidos, el pragmático, Joseph Robinette “Joeeeee” Biden Jr.

Era de esperarse, y no pasó mucho tiempo, para que los líderes de las dos naciones militares más poderosas del mundo, como desde hace más de 75 años, iniciarán sus escarceos, dirán los que saben, comenzaron los primeros rounds, que siempre son de sombra, en los que al más puro estilo del pugilismo clásico, los contendientes se conocen, llegan a lanzarse algún golpe, más con la idea de medir, y tomar distancia del oponente, que pensar en noquearlo, además en este caso los dos saben, que el encuentro será largo, que no terminará pronto, y que no existe la posibilidad del descontón estilo barriada, ya que ambos tienen muchos cuadriláteros recorridos, y colmillo retorcido, saben su negocio pues.

Putin y Biden, dentro de los pesos pesados de la política mundial, son viejos conocidos,

al menos se frecuentan desde 2009, cuando el primero ya mandaba en Rusia, y el segundo fue el Vice de Barack Hussein Obama hasta el término de su mandato en 2017. Durante la semana que termina, el norteamericano lanzó contra el ruso fuertes declaraciones, y es que desde hace cinco años hay un intenso tufo a intromisión de los rusos en los procesos electorales de este lado del hemisferio; la trama rusa fue una sombra que permaneció durante todo el gobierno de Donald John Trump, siempre se sospechó que influyeron en la derrota de la Demócrata Hilary Diane Rodham Clinton, y que si bien no procedieron las acusaciones, fue porque la mayoría que los Republicanos tenían en la Cámara de Senadores pudo frenar las investigaciones.

Durante una entrevista a la cadena australiana ABC, el presidente americano se refirió a una conversación que mantuvo con el europeo, a quien dijo le expresó, era consciente de que ambos se conocían muy bien, por lo que no dejó pasar la oportunidad de advertirle que sí se comprobaba que habían intervenido en las elecciones de 2016, y peor aún, sí se establecía que en los comicios del año pasado habían intentado interferir, lo pagaría, el entrevistador George Robert Stephanopoulos se dio cuenta de la oportunidad y preguntó;

“Entonces usted conoce bien a Vladímir Putin, ¿cree que es un asesino?”, la respuesta fue “mmmm…lo creo……no tiene alma”,

golpe, durísimo diría unos, otros más pensaran que fue un volado.

Desde Rusia las respuestas fueron rápidas, el primero en reaccionar y ponerle feeling, dándole niveles de nacionalismo trasnochado, fue el presidente de la DUMA (Parlamento), Vyasheslav Viktorovich Volodin quien calentó el tema al decir que “Putin es nuestro Presidente, y un ataque a él, es un ataque a todo el país”, será que considero que una cosa es el gobernante, y otra las personas que viven en los países, por ello, nunca me incluyo cuando ofenden al presidente o gobernador en turno, de hecho el mismo aludido enfrío la situación al responder con el más puro y clásico, botellita de jerez, “el que lo dice los es”, pero tiro un codazo casi imperceptible al desearle buena salud a sus 78 años.

Sin embargo, debemos de reconocer que la cosa no es simple, como mencionamos en un principio,

estamos hablando de dos naciones con mucho poderío, no solo militar, sino económico y político, que los hace ser muy influyentes en el contexto internacional,

algo que no sucedía desde 1998, Moscú pidió a su Embajador en Washington Anatoli Ivanovich Antonov, que fuera a consultas para buscar las alternativas al manejo de la situación, pero el jefe de la diplomacia estadounidense Antony John Blinken dio una vuelta más a tuerca, al mencionar que se aplicarán sanciones a todas las entidades que participen en la construcción del estratégico gasoducto ruso-germano Nord Stream 2, que pasa por debajo del Mar Báltico, y que divide a los aliados europeos de su nación, y que tiene 11,000 millones de dólares de presupuesto.

Ya los demás jugadores están haciendo sus apuestas, por lo pronto el líder turco Recep Tayyip Erdogan, tomó partido con su aliado de muchos años y mencionó que las palabras de Joe Biden, son indecorosas, Vladímir Putin sigue jugando y en eso es un experto, no olvidemos que dirigió el servicio de inteligencia de su país, a ser el chico bueno, e invitó a su homólogo norteamericano, a una video charla, para limar sus asperezas, no será fácil, sí las sanciones a Nord Stream 2 se concretan, muchos serán los afectados, Alemania, y Ucrania, principalmente, pero una veintena de países europeos también, pero si Estados Unidos lo permite, estaremos viendo la bota rusa en Europa del este, como hace 30 años no pasaba.

 

 

 

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