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Guía de Socialización – Primera parte
Mi esposo no es perfecto, pero es perfecto para mí, aún así debo confesar que en circunstancias específicas me exaspera y cuando esto sucede normalmente mi reacción es decirle “¡deja de ser tan inglés!” imaginen la tontería, es como si él me pidiera ser menos mexicana, pero me explico:
Los ingleses odian la confrontación como cualquier ser humano odiaría una hemorroide. El simple hecho de pensar en tener que enredarse en una conversación con alguien para aclarar algo les resulta verdaderamente incómodo, por ello, su vida y comportamiento giran en torno a cómo evitar confrontar a otros. Siguiendo con el caso de mi “Flamante Esposo Inglés“, esta es una típica conversación que me sacaría de quicio:
FEI: Estoy harto, el contratista dijo que iba a mandar a alguien en la semana pero no he sabido de él.
Yo: Llámale
FEI: Quizá me mandó un correo… (checa en sus correos) no, nada.
Yo: Llámale.
FEI: Bueno, dijo que a más tardar el jueves y apenas es miércoles
Yo: Entonces mándale un correo.
FEI: Si mañana no me confirma le llamo.
Yo: ¿Quieres que hable yo?
FEI: No, no es eso, yo puedo hablar… ya sé, puedo hablar con el pretexto de que la última vez dejaron un martillo.
Yo ya exasperada: ¡¡¡Deja de ser tan inglés!!!
No sé si soy solo yo, pero entender a los flemáticos ingleses me ha costado mucho trabajo, así que si están pensando en venir a radicarse al Reino Unido o si vienen de visita y no quieren pasar por turistas les traigo esta guía básica de supervivencia.
Empecemos por lo elemental, el idioma. No importa lo bien que hablen inglés, háganse a la idea que siempre van a escuchar palabras que jamás habían escuchado y construcciones gramaticales que los dejarán cuestionando todos esos años de estudiar la lengua de Shakespeare. Cada vez que se me presentaba una situación así le preguntaba al FEI el porqué de dicha pronunciación/palabra/frase y su respuesta era encoger los hombros y decir “no sé, yo creo que para confundir a los extranjeros”. Ahora ya no pregunto ni me preocupo; en cambio, he logrado perfeccionar las dos mejores palabras existentes en este idioma: “Lovely” y “Sorry”. Estas son las palabras que los ayudarán a salir adelante en cualquier conversación con un británico:
Lovely ¿El día está bonito? “Lovely day, isn’t it?” ¿Te entregan tu café? “Loovely, thanks”, El cartero te entrega tu correspondencia: “Lovely! Have a nice day” y así, para cualquier situación hay un “lovely” que pueden aplicar sin ningún pudor. Mientras más lovely’s digan mejor vistos serán por los británicos.
Sorry. Me di cuenta que nuestro hijo era un británico hecho y derecho cuando alguien lo pisó en el tren y él dijo “sorry!!”. Así es, disculparse por absolutamente todo es otra regla elemental: ¿Tu perro le ladró a otro perro? Con cara de perdón por no llevar a este desgraciado a clases de socialización vas a decir “sorry”; ¿No te dieron los datos de tu reservación? Obviamente primero inventas algún pretexto para echarte tú la culpa, pides la información y rematas con un “sorry to bother you”, te pisan, chocan contigo, te dan mal el cambio: “sorry” es la frase a utilizar.
Ya que perfeccionaron el “Lovely” y “Sorry” estarán listos para el siguiente paso, que es establecer conversaciones casuales completamente irrelevantes, de las cuales hablaré en la continuación de este artículo, porque siempre se la hago al adorable (o lovely) equipo de Opulix y me paso del número de caracteres deseados.
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