Hemos visto campañas publicitarias a favor de las normas de tránsito en las ciudades con el tema INTELIGENCIA VIAL. Podemos aplicar el mismo sentido a la familia con el concepto: INTELIGENCIA EDUCATIVA.

El deseo de los padres por darles a los hijos la mejor y más calificada educación debe observar un límite para evitar que se convierta en arma de doble filo, por lo que los niños entienden que al ser muy permisivos y tolerantes se pierde la autoridad sobre ellos y que pueden hacer los que se les venga en gana, convirtiéndose en pequeños tiranos dueños de la verdad y de la casa. Las reglas y los límites son indispensables de aplicar sin ningún reparo o miedo para darles seguridad, valores, en un hogar estable y armonioso.

Educación permisiva: peligros y consecuencias

Educación permisiva: peligros y consecuencias

Es peligroso cuando los niños adoptan actitudes de baja autoestima e inseguridad personal y muy seguramente presentaran problemas de conducta. Debe existir un equilibrio entre una educación permisiva y una autoritaria, marcando normas y límites con flexibilidad, cariño y respeto.

Los padres piensan que el ser modernos y de mente abierta significa ser cómplices y laxos en los horarios y reglas que eventualmente puedan traumar al niño. Los hay que por muy ocupados y falta de atención tienen sentimientos de culpa y optan por darles rienda suelta a las normas, llenándolos de regalos innecesarios y dejando el peso de la educación en manos de niñeras, abuelos y profesores.

Esa idea de darle al niño lo que no tuvieron los padres en la infancia es tan errada como peligrosa. El niño no lo ve así. Debe aprender de frustraciones de la vida, que no es color de rosa, hay que conectarlos con la realidad, el no, tan odioso, debe ser utilizarlo con frecuencia.

“La falta de rutinas en el hogar hará niños perezosos y sin conciencia de responsabilidades”

Educación permisiva: peligros y consecuencias

Educación permisiva: peligros y consecuencias

 Unas rutinas definidas en cuanto a la salida a la escuela desde muy temprano, el desayuno, el aseo, la alistada de los útiles y demás cosas que hacen parte del diario vivir, son acciones que darán réditos en su comportamiento adecuado.

Tener Inteligencia Educativa es darles referentes claros, dialogo y escucha permanente, amor y sentido común y fundamentalmente poner límites a su conducta. Así las cosas, el exceso de protección o sobreprotección de los padres, la alcahuetería, el encubrimiento de los errores, harán que los niños crezcan sin una línea de comportamiento. Ellos ya en edad mayor repetirán lo de los padres y adoptaran conductas equivocadas e incluso delictivas. La educación espiritual les evitara grandes conflictos sobre los valores y formas de asumir la vida con tolerancia e inteligencia emocional.

“Debe existir un equilibrio entre una educación permisiva y una autoritaria, marcando normas y límites con flexibilidad, cariño y respeto”

Hay que ser papá y mamá, no amigo o amiga, el ejercicio de la autoridad radica en esta actitud. Hay quienes dicen que desde que se inventó el dialogo, se acabó la autoridad. Puede ser cierto en algunos casos, pero el niño entenderá mejor y sin bullying una reflexión a tiempo que una palmada a destiempo.

Pensemos que las redes sociales a las que se está expuesto desde muy temprano, son la gran competencia formativa y deformativa. Su control, así como el control del celular, sin datos de navegación hasta los 14 años, eso recomienda los sicólogos, serán acciones muy importantes en la dura tarea de aplicar la Inteligencia Educativa.

Estos apuntes son solo eso, un ejercicio basado en la experiencia familiar, con todo el respeto por los profesionales y expertos en estas materias.

Sigue leyendo a Óscar Delgado Castro

No Hay Más Artículos