El sendero de la vida, el sendero inicial, a medida que uno se adentra en él, va presentando vías secundarias angostas, muchas veces ramificadas que se pierden pronto al presentarse una curva o un sesgo, como si estuviera hecho a propósito, para que no se pueda vislumbrar más allá desde ese sendero inicial. Ese camino, en realidad, no lleva a nada, puedes andar todo tu tiempo, y no encontrarás nada, solo brisa y polvo y briznas de paja que revolotean girando en abrazos fundidos con el aire, así que,

El sendero de la vida permite presentar salidas a espacios separados y está en uno, decidir y tomar algunas de estas sendas secundarias …

y buscar el área donde mejor se sienta y  se exprese para dar rienda suelta a la creatividad, a la expresión de su arte. Ese es uno de los sueños que andan intermitentes en la mente,  desde que se es un jovencito, porque es a esa edad de la adolescencia cuando le brotan las ganas por querer manifestarse como un cultor de alguna disciplina creativa que lo envolverá por el resto de los días que pueda vivir. Si se es perseverante y se sabe con certeza qué se quiere, no habrá sendero de retorno al camino inicial.

Pero otras tantas veces, el ir y venir se vuelve un camino trillado y ocioso y nunca se alcanza a descubrir el sendero verdadero que, y esto debe ser así, estuviera destinado para cada uno de nosotros.

¡Pero, cuántos ejecutores de ideas mágicas se adentraron por algunas de esas sendas y sin voltear la mirada al sendero inicial, no volvieron nunca más a lo real, a lo tangible…

a lo práctico que le aseguraba una vida concreta y sostenida y se perdieron entre parajes intrincados o jardines o castillos encantados llenos de aventuras envolventes hasta lograr integrarse  completamente a esos momentos imperecederos! Y vino alguien después y se lo imaginó o pensó que se lo imaginaba y escribió detallando esas aventuras sin saber que lo que contaba era real, porque sostiene que eso le sucedió a su héroe creado en su mundo, cuando tuvo la osadía de querer buscar su sendero verdadero en el campo de la creatividad para manifestarse ante la necesidad de construir algo que se quiera contar, y porque si no es así, se corre el riesgo de perderse para siempre, sustituido por acciones prácticas del día a día.

Y nadie podría leer luego las peripecias que esos personajes vivieron y entonces los libros creados desde la imaginación no podrán existir,

y solo nos contentaremos con historias reales de hechos cotidianos y no viviremos el mundo fantasioso que un creador tuvo la oportunidad de plasmar, cuando se imaginó todo ese ambiente de vivencias diarias que ahora duermen dentro de las atmósferas mágicas que esperan por algún andante de senderos literarios que tenga a bien encontrarlas cuando decida dejar el sendero inicial y escoja una senda secundaria que llegará a ser la que lo llevará por esos parajes que van saliéndole al paso, a medida que va andando y seguirá y seguirá, porque la sed de crear no se mitiga ni con la edad ni con el tiempo y así surgen los creadores de historias, porque de qué otra manera pueden conformar vastos libros, llenos de aventuras y personajes y de ambientes a medida que van apareciendo en el sendero que escoja cada uno de los que sienten en su fuero más profundo la necesidad de escribir algo que fuese único, algo que a nadie más se le ocurriera.

Es entonces cuando el creador, el artista puede descansar solo un momento, mientras la obra guarda el reposo necesario antes de salir a campo traviesa para ser dejado en manos de quien se sumerja en ese mar profundo de lo allí escrito y viva la aventura narrada, hasta que al artista le renazcan las ganas inmensas y temerosas ante la hoja en blanco que espera ser tapizada de aquello que irá surgiendo en un constante peregrinaje por sendas literarias verdaderas, iniciadas desde el camino primario que sólo los deja ir avanzando sin mirar hacia atrás.

Tal vez esa sea la misión del sendero de la vida, encaminar y luego dejar conformarse al desarrollo de la creatividad.

Tal vez así sea esto de expresar como arte, el escribir. Puede que así sea.

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