Los tres ochos
Ocho horas para dormir, ocho horas para trabajar y ocho horas para el ocio. Así lo expuso Samuel Parnell. Lindo. Me gusta. ¿A quién no? Vivir así permite descansar, cumplir eficazmente con el trabajo y atender una casa, a los hijos, a los padres, a los amigos, a la pareja y hasta a uno mismo (a veces se diría que para llegar a eso, el día debería tener 25 horas). He realizado una pequeña y particular encuesta, circunscrita a personas de mi vecindario de entre 30 y 50 años, que no soy el CIS ni tengo sus medios.... Seguir Leyendo...