No me están quedando más palabras y mientras el invierno nos rodea poco a poco miro a través de los vidrios de la ventana y encuentro que además de las palabras, ya no quedan más lágrimas.

Estoy tratando de desempolvar los recuerdos y sólo encuentro un silencio profundo que hiere hasta el alma y además las ausencias que abren las heridas aún no sanadas.

Es tan largo el camino que nos lleva a reencontrarnos con nuestra infancia, tan arduo, con tantas piedras que nos lastiman al transitar los senderos,

Causando profundo dolor, cuán difícil son evitarlas!

No me están quedando más palabras y ya estoy llegando y me cubren los vientos de la nostalgia.

Sigue leyendo a Claudia Nemirovsky

No Hay Más Artículos