Hace poco más de 2,500 años, el filósofo, militar, y politólogo, pero principalmente estratega Sun Wu, popularmente conocido como Sun Tzu (maestro), quien fue consejero del Rey de lo que actualmente es el noreste de China, Gongzi Guang, (Helü de Wu), escribió uno de los más esplendidos tratados de guerra, el cual ha sido leído y utilizado, por la inmensa mayoría de los generales y gobernantes del mundo, y de ellos, quien no lo haya hecho, está en su posición, porqué con eso se comprobaría, que las epifanías divinas existen

 

 

La parte nodal del compendio, está en vencer al enemigo sin luchar, y tomar la decisión de hacer la guerra o no, con base en la evaluación de cinco elementos fundamentales; Doctrina, que tiene que ver con la sintonía existente entre el gobernante y su pueblo; Tiempo, considerando la lluvia, el frío, el calor; Terreno, bosques, desiertos, fango, precisamente el lugar en los que se llevarían a cabo, sí, se dieran los combates físicos; Mando, la capacidad de los generales para conducir a sus ejércitos a la victoria, y que estos, deben de tener cualidades como, ser sabios, prudentes, valientes, arrojados, honorables; Disciplina, de las tropas, pero también de los jefes, que permitirá una organización y planeación de los acontecimientos; de la valoración de estos temas, dependerá el éxito o fracaso de un probable enfrentamiento, si bien, por sobre todas las cosas, el objetivo fundamental es evitarlo

Lo anterior viene a colación, porque al parecer en los últimos días, los promotores de la guerra danzan alrededor del fuego sagrado, y los tambores de guerra han intensificado su ritmo, para algunos, todo parece indicar que estamos al borde de una conflagración de manera inminente, en particular no creo que vayamos a llegar a los golpes, veamos; debemos iniciar diciendo que, los ucranianos históricamente han estado ligados a los rusos, los zares tuvieron en las playas de Crimea casas de recreo, y desde ahí gobernaron, atacaron o se defendieron especialmente de los otomanos, posteriormente la nación ucraniana desde el primer momento, formó parte de lo que fue la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, ya que firmó el Tratado de creación de la Unión en diciembre de 1922, este acuerdo fue signado solo por Bielorrusia, Rusia, Transcaucasia, y Ucrania, con la entrada en vigor de la constitución nacional en enero de 1924, se dio validez formal a lo que ya era un hecho, lo anterior duró hasta agosto de 1991, cuando se disolvió el extenso país comunista.

 

Esta estrechísima relación evidentemente y como era de suponer, fructificó en miles de asentamientos humanos de personas de origen ruso, especialmente al este del Dnieper, en la región de los Donbáss, digamos que en el territorio que se encuentra entre el Mar Negro y Rusia, ahí el 80 por ciento de la población es de rusa, por ello, con la firma del Acuerdo de Asociación de Ucrania con la Unión Europea en 2008, que agilizaría las relaciones económicas y políticas, entre ambos, con la visión de que en un mediano plazo los ucranianos se integraran al organismo supranacional, y posteriormente a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), vino a dar el pretexto ideal a Vladímir Vladímirovich Putin,  por cierto, lector del maestro Sun, para decir que ello pondría en riesgo la estabilidad de su país, así en 2014 ordenó invadir la Península de Crimea, situación que al día de hoy permanece.

A finales del año pasado, pocas semanas después de la cancelación por parte de Alemania del permiso o la viabilidad del gaseoducto Nord Stream 2, el cual llevaría energéticos rusos al corazón de Europa, y con la idea de llevar a cabo prácticas militares en la frontera de Rusia y Bielorrusia, se llegaron a movilizar hasta 160,000 efectivos militares, muy cerca de la frontera ucraniana, ello puso las alertas en su máxima expresión, de hecho a decir de muchos, hoy se espera que en cualquier momento se lleve a cabo un ataque, lo que la vocera del ministerio de defensa ruso María Vladímirovna Zakharova desmintió ironizando que nunca una guerra ha empezado en miércoles, o que al menos se les diera la agenda de guerra, para con base en ello, programar sus vacaciones.

 

La verdad de las cosas, es que el problema es serio y Rusia, Europa, la OTAN, Estados Unidos, y sobre todo Ucrania, están en un momento de mucha algidez, Vladimir Putin sin duda, está jugando una baza interesante, no va a pelear, peso sí presionará, no solo para que su vecino no salga de su órbita, sino que, además buscará concesiones, como los permisos que ahora no tiene para la terminación del proyecto Nord Stream 2, y muy probablemente un gobierno pro ruso en la zona ucraniana del Donbáss, que haga las funciones de escudo, frente a las amenazas que para él significa occidente.

 

 

 

 

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