El nuevo muro en la frontera entre México y Estados Unidos, obsesión del actual Presidente de Estados Unidos desde que inició su campaña, sus amenazas de deportación de dos o tres millones de indocumentados y la renegociación del TLCN , aunadas a la denostación que ha hecho a México y a los mexicanos, a quienes nos eligió como “chivo expiatorio” de todos los males de su país, son una señal inequívoca de que las relaciones entre México y Estados Unidos se verán seriamente afectadas, y de que habrá muy poco espacio para la colaboración, no sólo en materia comercial, sino en prácticamente todos los ámbitos de la extensa y compleja agenda bilateral.

¿Muro al intercambio estudiantil México-EUA?

¿Muro al intercambio estudiantil México-EUA?

En este contexto, y con base en declaraciones del señor Trump que ha criticado el excesivo número de profesionales, estudiantes e investigadores extranjeros en muchas universidades y en compañías estadounidenses, como las de Silicon Valley, es válido preguntarnos ¿qué pasará con la agenda educativa México- EUA y, en particular, con los intercambios de estudiantes ?.  

Por su número, México ocupa el décimo lugar entre los países con estudiantes en Estados Unidos y finalizamos el año académico 2015-2016 con 16,733 mexicanos que realizan estudios en el vecino país.  (1.9% menos en el año académico previo). De éstos, el  57.6% estudian licenciatura ( 17% más que el año anterior) ; 24.9% maestrías o doctorados; 8.4% otros estudios y 9.1% hicieron prácticas profesionales. El impacto fue una contribución de $605 millones de dólares a la economía estadounidense.  Así lo informa el Instituto Internacional de Educación en su informe Open Doors México 2016, publicado el 14  de noviembre pasado.

En contraste, los estadounidenses que estudian en México son sólo 4, 712 en el año académico 2014-2015, un 6% más que el año previo, señala el mismo informe, que no cuenta con el dato de 2015-2016.

Las cifras anteriores dan cuenta de que existe mucho por hacer para impulsar la movilidad y el intercambio estudiantil y académico entre los dos países. La meta para 2018, establecida por el más reciente de los mecanismos bilaterales para este fin: el Foro Bilateral sobre Educación Superior, Innovación e Investigación (FOBESSII) establecido en mayo de 2014, para promover la competitividad y el desarrollo económico de la región mediante programas de movilidad estudiantil, intercambio académico, investigación e innovación, fue que cien mil mexicanos estudiaran en Estados Unidos y cincuenta mil estadounidenses lo hicieran en México. Lejos estamos de la meta establecida.  Esto, pese a que en el marco del FOBESII se estableció un plan de acción que incluyó la creación del portal “mobilitas” que concentra la oferta académica de los dos países; un Programa de Prácticas Profesionales que busca que estudiantes y egresados realicen prácticas profesionales en empresas de ambos países;  el Programa Proyecta 100 mil  dirigido a impulsar que 50 mil estadounidenses realicen estudios en universidades mexicanas y, también, pese la existencia de más de 50  acuerdos de colaboración entre universidades e instituciones de ambos países.

Otro de estos esfuerzos bilaterales es la Comisión México-Estados Unidos para el Intercambio Educativo y Cultural (COMEXUS),  creada a finales de 1990, y encargada de administrar los prestigiados programas de becas “Fulbright – García Robles” , que, principalmente con financiamiento de ambos países, pero también con algunas contribuciones del sector privado, apoya a estudiantes investigadores y maestros -mexicanos y estadounidenses-, para que realicen estudios de posgrado, estancias de investigación, docencia y programas de profesionalización en Estados Unidos y México.

De acuerdo a su página web, en 25 años de operación, la COMEXUS ha distinguido a más de 3,500 mexicanos y estadounidenses con una beca Fulbright-García Robles. Lejos de lo deseable también.

¿Muro al intercambio estudiantil México-EUA?

¿Muro al intercambio estudiantil México-EUA?

En esos esfuerzos y muchos otros, permítanme destacar el papel que ha jugado la “MADRINA” de los intercambios estudiantiles México-Estados: la Señora Araceli Partearroyo, Coordinadora Académica de la Oficina de Diplomacia Pública en la Embajada de Estados Unidos en México. Se trata de una mujer que ha dedicado su vida a promover con encomiable pasión y vigor los intercambios estudiantiles y académicos entre México y Estados Unidos; no sólo ha sido clave para buscar oportunidades de intercambio a nivel de posgrado, para establecer contactos para el intercambio académico,    y para crear programas innovadores de movilidad, sino para orientar, con encomiable paciencia y dedicación, a miles de jóvenes mexicanos – entre ellos muchos jóvenes provenientes de comunidades indígenas-  para   estudiar en Estados Unidos.

Por ello, el 15 de diciembre, Araceli Partearroyo recibió de la Cancillería estadounidense el reconocimiento anual de Trabajador Nacional del Servicio Exterior, que fue otorgado a sólo cinco personas de un total de 46 mil que trabajan en 275 sedes diplomáticas de Estados Unidos en el Mundo.  Un mes después, el 13 de enero, la propia Embajada de Estados Unidos en México, la reconoció también por su labor de casi 40 años promoviendo los intercambios estudiantiles y facilitando las iniciativas de intercambio académico entre los dos países.

Muy merecidos reconocimientos a Araceli Partearroyo, y qué pena que México, su país, no haya aún alzado la voz para premiar a esta extraordinaria funcionaria.

Con todo y su “madrina “, muchos son los factores que frenan el intercambio estudiantil y académico entre los dos países. En México, los recursos insuficientes; la barrera del idioma, que aún no vencen miles de estudiantes mexicanos y la dispersión sobre la oferta existente, entre otros. En Estados Unidos, la desinformación sobre los programas de excelencia con que cuenta el país en muy distintas áreas del conocimiento en  diversas universidades; la imagen negativa de México y los prejuicios.

A todo lo anterior, se suma ahora la animadversión del actual Presidente de Estados Unidos hacia México: un muro a la cooperación educativa binacional que tendremos que enfrentar. ¡Triste panorama! Pero“#Prohibido rendirse”, como reza el lema de las movilizaciones realizadas en Mexicali recientemente.

 

Sigue leyendo a Graciela Orozco

 

No Hay Más Artículos