Todo parece indicar que si el presidente de Francia Emmanuel Jean-Michel Frédéric Macron, se despista y no afina la puntería como debe de ser, el asunto de la paradisiaca isla de Córcega se le puede salir de madre, y podríamos tener en pocas semanas, una situación que puede devenir en problemáticas serías, si bien es cierto, nunca es el momento adecuado para ello, en estos instantes los galos se preparan para ir justo en 20 días a elecciones generales, en los que se definirá la reelección o no del actual gobernante, sin olvidar que la geopolítica en Europa, está de mírame y no me toques.

 

Córcega es una isla pequeña de apenas 8,700 kilómetros cuadrados, el equivalente a los dos estados más pequeños de la República mexicana, Tlaxcala y Morelos, se sitúa frente a las costas de Grosseto, entre los mares Mediterráneo, Liguria, y Tirreno, así como al norte del estrecho de Bonifacio, que apenas y la separa por unos cientos de metros de la Isla italiana de Cerdeña; los vestigios más antiguos de sus pobladores, son la ciudad construida por los griegos Aleria, sin embargo, la población mayoritariamente identificada es etrusca, o toscana, por ende el Imperio Romano durante siglos tuvo su regiduría, fue hasta 1325 durante el reinado de Jaime II, que pasan a formar parte de la Casa de Aragón, hasta que en 1447 los genoveses se hicieron con ella, quienes sufrieron un intento de independencia por parte de los isleños, y finalmente se la vendieron a Francia en 1768, justo un año después, en Ajaccio la capital, nació uno de los mayores hitos de la historia mundial, Nabulione di Buonaparte, a quien su madre, visionaria, buscó que por todos los medios se afrancesara, cambiando su nombre, y obligándolo a usar el idioma, el cual hasta su muerte habló con acento italiano, lo que le permitió inscribirse junto con su hermano José en la escuela militar, que los llevaría al continente.

 

Aprovechando la marea que generó la Revolución Francesa, los ingleses apoyaron los movimientos de inconformidad de los isleños, pero en la primera oportunidad no dudaron en dejarlos colgados de la brocha, cuando el corso más grande la historia fue por ellos; los nacionalistas hicieron un nuevo intento por salir de la jettatura francesa aliándose a Giuseppe María Garibaldi, en su búsqueda por unificar Italia, sin embargo, el Rey Víctor Manuel María Alberto Eugenio Fernando Tomas de Saboya, no quiso enfrentar las amenazas del entonces emperador francés, la verdad de las cosas es que, durante los siguientes doscientos años, el estado de la Isla fue prácticamente pacifico, si bien no faltaron los brotes de inconformidad, especialmente por la utilización del idioma corso, lo anterior llegó hasta 1976 que se conforma el grupo violento denominado, Frente de Liberación Nacional de Córcega, cuyo máximo representante es el ovejero Yvan Colonna, preso y condenado junto con otros seis compinches a cadena perpetua, por el asesinato en 1998 del prefecto de la isla Claude Erignac.

 

El pasado 2 de marzo Colonna, fue atacado en la prisión de tiene en Arlés, ciudad de la costa mediterránea, por un yihaidista compañero de encierro, cuando se encontraban haciendo deporte en el gimnasio del lugar, al día de hoy el independentista se encuentra en coma, y muy delicado de salud, lo anterior desató la indignación de la gente especialmente en Ajaccio y las ciudades principales, tienen varios elementos que consideran a su favor, por una parte desde hace más de 20 años hasta nuestros días, han estado solicitando el traslado de su líder a la prisión corsa, lo cual no fue concedido, son la provincia nacional más rezagada del país, lo que sin duda hizo que los sentimientos de desapego crecieran, y finalmente durante la campaña por la presidencia de 2017 que tiene al Emmanuel Macron en el poder, le plantearon la cooficialidad y prácticamente ni los escuchó, los rechazó al momento.

 

Durante dos semanas las cosas fueron subiendo de tono hasta que el Presidente, interrumpió su campaña de reelección, y su radiante protagonismo en la invasión de Rusia a Ucrania, para enviar al Ministro del Interior Garáld Moussa Darmanin, a negociar con los disidentes, el momento como decíamos, es muy complejo, estamos a días de la primera vuelta electoral, en la que se definirá el futuro del país, el gobernante va con el 25 por ciento de las preferencias, pero, pero, pero, los dos partidos de extrema derecha encabezados por Éric Zemmour, y especialmente el frente nacional de Marine Anne Perrine Le Pen, quien ya fue su contrincante finalista hace cinco años, vienen con 14 y 15 puntos, respectivamente, aparentemente lejos, pero predican la misma peligrosa y radical homilía, que a nadie conviene, por ello es que aparentemente de forma sorpresiva, el enviado a las negociaciones, aceptó que la autonomía, lo que ello signifique para cada quién, es discutible y se puede llegar a ella.

 

 

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