Esta semana que termina cumplió 90 años de vida unos de los hombres que más ha influido en la transformación del mundo moderno, habrá quien piense que los cambios impulsados por él fueron para bien y otros dirán que, para mal, es cuestión de puntos de vista, lo cierto es que sin la toma de decisiones de Mijaíl Serguéyevich Gorbachov, hoy la humanidad sería diferente.

Hijo de campesinos, Gorby nació el 2 de marzo en Stávropol en la región caucásica de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)

Se licenció en derecho en la Universidad Estatal de Moscú, donde conoció a la entonces estudiante de filosofía, que a la postre sería su esposa, Raísa Maksimovna Titarenko (Gorbachova), prácticamente desde su graduación como abogado, trabajó en su tierra natal especializado en temas agrícolas, su primera gran oportunidad se dio en 1978, cuando es nombrado Secretario de Agricultura en el Comité Central del Partido Comunista, y dos años después se integra al Politburó del Comité Central, estaba en la primera división del poder soviético, tenía solo 49 años, un bebe para la gerontocracia del país.

A partir de ese momento los acontecimientos son muy rápidos, en 1982 muere a la edad de 76 años Leonid Ilich Brézhnev, el sucesor es un durísimo, Yuri Vladímirovich Andrópov quien fallece a los 70, gobernando solo 15 meses, pero con tiempo suficiente para hacer cambios radicales especialmente en la burocracia del partido, un ejemplo, en ese lapso removió a 18 ministros de estado, y un sin número de delegados regionales de la vieja guardia, atrajo al círculo del poder a jóvenes como Gorbachov, se mencionó que lo preparaba como sucesor, pero al quedar su puesto vacante muy pronto, tomó las riendas Konstantín Ustínovich Chernenko quien tenía “solo” 73 años, pero se veía peor que Matusalén, debo de confesar que cuando lo vi por primera vez, pensé, a este no lo contamos mañana. A su muerte, ya no hubo nada que detuviera el ascenso a la cima del país de Mijaíl Gorbachov, era el 11 de marzo de 1985, 54 primaveras, imberbe.

No podemos olvidar que su arribo al máximo escalafón soviético, no fue fácil, los que se decían expertos en las artes de gobernar, los de experiencia, no aflojaban las riendas, por una lado entendible, en un contexto en el que había tiburones en la pecera, el Ayatola Alí Hoseiní Jomenei, Fidel Alejandro Castro Ruz, Indira Priyadarshini Gandhi, Margaret Hilda Thatcher, Muamar Muhamad Abu-minyar El Gadafi, Ronald Wilson Reagan, y Sadam Huseín Abdulmayid al Tikriti, en parte por ello fue obligado a aceptar un poder acotado, y hasta cierto modo deshonroso, en el que no tenía autoridad en la política exterior y menos en los temas militares.

Mi padre decía que Dios protege la inocencia, y el 28 de mayo de 1987 llegó el momento, un joven alemán de 19 años le dio la oportunidad que capitalizó, Mathias Rust a bordo de una avioneta Reims-Cessna F172P Skyhawk II, de esas chiquitas, voló desde Helsinki, Finlandia, hasta Leningrado (San Petersburgo), y de ahí a poca altura siguiendo las vías del tren, aterrizó en Moscú, en el corazón de la Plaza Roja a 100 metros del Kremlin, increíble, inadmisible, rodaron más de 200 cabezas, del ejército y seguridad, especialmente la de su principal opositor el General Serguéi Leonidovich Sokolov Ministro de Defensa, ya nada impedía a  Gorby, tener ahora si toda la fuerza y el poder para impulsar sus reformas, Perestroika y Glásnost.

La verdad de las cosas es que la economía soviética ya no daba a más, el país se había involucrado en una carrera armamentista

y espacial, que exprimía a toda la nación y era prioritaria, subsidiaba a una treintena de naciones aliadas, para mantenerlos dóciles y sumisos, una absurda guerra contra Afganistán, que al día de hoy no se entiende que la motivó, y las demandas de una sociedad creciente que no entendía porque tenían los mejores médicos, pero no había medicinas, y en otras partes del mundo había índices de desarrollo a los que ellos no podían aspirar, a pesar de trabajar diez o más horas al día, primero la Perestroika buscaba liberalizar la economía y transitar a un socialismo de mercado, después la Glásnost, que abrió espacios a la oposición política partidaria, y se permitió que los medios de comunicación hablar con ciertas libertades.

La fuerza centrífuga de los radicales de ambos lados absorbió al país, todo salió del control del gobierno, y es que hubo los muy poderosos que apostaban a mantener las cosas, y obviamente a los que les parecía insuficiente, todo ello en medio de una crisis económica de literal hambruna, en donde no había lo elemental para la subsistencia, en agosto de 1991 hubo un intento de golpe de estado, en el que Estados Unidos tuvo mucho que decir, en la navidad de ese año Mijaíl Gorbachov renunció, al día siguiente se disolvió el país, terrible.

 

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