Las cosas estan aparentemente controladas, pero sin duda a un micrón de salirse de madre.

Esta semana que termina, vimos a un Donald John Trump como nunca imaginamos que lo veríamos, no solo a él, sino a un Presidente de los Estados Unidos, absolutamente fuera de sí, nervioso, dubitativo, con la voz entre cortada, muy probablemente sin entender a ciencia cierta que estaba ocurriendo, pero sí el gobernante norteamericano se encontraba en esa situación, quienes lo rodeaban durante su conferencia, especialmente los integrantes del gabinete de crisis, el Vicepresidente Michael Richard Pence, Mark Thomas Esper Secretario de Defensa, Mark Alexander Milley, Jefe del Estado Mayor Conjunto y el Jefe del Ejército James Charles McCoville, estaban igual o peor.

En diversas ocasiones nos hemos referido al Presidente Donald Trump, en términos boxísticos, diciendo de él que es un fajador, le gusta el golpeteo frente a frente, y sin duda es de gran resistencia, sin embargo, el propósito del mensaje después de cinco días de alta tensión mundial, era mandar una misiva de tranquilidad a la comunidad internacional, en él se reflejaba la tensión a la que estaba sometido, y por supuesto, como lo sabe hacer, repartir culpas, especialmente a los miembros de la Unión Europea, y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, quienes han sido sus amigos, pero que en diferentes oportunidades ha despreciado.

Durante muchos años del siglo XX, Estados Unidos ocupó la ahora Ýomhurí-ye Eslámí-ye Irán, utilizando los servicios como alfil dentro de la geopolítica de la zona, de su Majestad Imperial, Shahanshah (Rey de Reyes), el Sha de Irán, Mohammad Reza Pahlaví, que incluía la protección de Israel y la contención del resto de los árabes; por esos servicios, los estadounidenses pagaron bien, no solo auxiliaron y solaparon al Aryamehr (Luz de los Arios), hasta su derrocamiento por la Revolución islámica en febrero de 1979, sino que en su momento, Irán tuvo el ejército más poderoso de la región, ello sin contar, el fomento y apoyo a la industria petrolera que enriqueció a la oligarquía del país.

Con el triunfo de los Ayatolas, quienes son los lideres supremos de la religión musulmana vertiente chií, que en ese país son el 90 por ciento de la población, que representan aproximadamente al 10 por ciento de todos los seguidores de Al-láh, encabezados por Ruhollah Musaví Jomeini, el distanciamiento no se hizo esperar, teniendo como paradigma el secuestro de la Embajada yankee en Teherán, lo que se respondió con un boicot para la comercialización del crudo iraní, al que solo se permitió la venta para uso “humanitario”, a cambio de medicinas y alimentos.

Después de una negociación que duro más de trece años, el Presidente de Irán Hasán Rouhaní, considerado dentro de la diplomacia el Sheij (quien alcanza la perfección en; edad, conocimiento, sabiduría, espiritualidad y guía), doctor en derecho constitucional por la Glasgow Caledonian University, logró el 14 de julio de 2015, que se firmara el  Pacto Integral de Acción Conjunta, entre Irán, y el grupo conformado por; Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, y Rusia, en calidad de garante signó la UE, todo con el aval de la Organización de Naciones Unidas, con lo que se permitiría al país islámico, negociar abiertamente su petróleo.

En uno de los primeros actos de gobierno en temas internacionales Donald Trump, decidió sacar a su país del acuerdo, lo que puso a las naciones firmantes especialmente China, India y los europeos con la preocupación de que volviera a sufrirse una escalada de las tensiones en la zona de oriente cercano, lo que ya sucedió, ha pasado casi de todo, bélicamente hablando, desde secuestros y agresiones armadas, auspiciados por Irán, contra barcos petroleros que cruzan el estrecho de Ormuz, hasta el ataque que desencadeno la actual problemática, cuando por órdenes del General Qasem Soleimani, fue bombardeada una base militar de Estados Unidos en Kirkuk al norte de Irak, y su posterior represalia con drones manipulados desde Washington, que costaron la vida al segundo hombre en la jerarquía militar de los persas.

Lo que provocó el mencionado discurso del Presidente norteamericano, que finalmente evitó la escalada bélica, fue el disparo de misiles por parte de Irán, para “vengar” la muerte del General Soleimani, los cuales matemáticamente lanzados, no causaron bajas, recientemente los estadounidenses anunciaron 17 sanciones, todas del orden económico, que sin duda serán duros golpes para los Persas, especialmente en acero, hierro, minería, textiles, etc., además ha solicitado a sus aliados romper el acuerdo nuclear, hasta que los musulmanes se comprometen a dejar de financiar el terrorismo.

Por lo pronto todo parece indicar, que los más perjudicados como sucede en todas las guerras, serán civiles, en este caso 176 que volaban rumbo a Kiev, en el avión Boeing 737, de Ukraine International Airlines, que nos recordó el Boeing 747-230B de Korean Air, que el 1° de septiembre de 1983, derribaron los soviéticos, con 269 personas a bordo.

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