Pocos son los sitios que como éste, se han convertido en un paraíso ecológico y natural donde el hombre no podía salir cuando estaba en cautiverio y que ahora debe cuidar para bien de la humanidad, como santuario natural declarado por la Unesco.

De origen volcánico, rodeada de montañas y refugio de ballenas, la isla Gorgona es una joya natural que emergió de los restos de una cárcel que infundió terror en Colombia, asimilada a Alcatraz en Estados Unidos.

Maldito este lugar… maldito sea. Aquí sólo se respira la tristeza“, dejó escrito un prisionero en un poema.

De la cárcel sólo quedan los muros devorados por la selva y la humedad. Algunos turistas llegan para bucear o disfrutar del hoy Parque Nacional Gorgona, al que sólo se puede acceder por barco desde el municipio Guapi, por las aguas picadas del Pacífico.

 

 TURISMO

La isla más grande del país sobre el Pacífico, de 44 kilómetros cuadrados, fue famosa por la prisión que albergó durante dos décadas. Pero hoy es un parque natural compuesto por dos islas – Gorgona y Gorgonilla– de grava negra, arrecifes coloridos, selva espesa y fauna exuberante con temperaturas que rondan los (30°C).

Ls españoles desembarcaron en 1526 y la bautizaron San Felipe. Francisco Pizarro, el conquistador del imperio Inca, le dio el nombre de Gorgona, la peligrosa Medusa de la mitología griega.

La isla fue primero refugio de piratas antes de que en el siglo XIX Simón Bolívar se la cediera a un inglés que participó en las guerras independentistas. El Estado colombiano se la expropió a privados para construir una penitenciaría de alta seguridad.
Gorgona forma parte de un corredor migratorio para la fauna marina y las aves que conforman las Galápagos (Ecuador), Malpelo (Colombia), Coiba (Panamá) y Cocos (Costa Rica).

CARCEL SINIESTRA

Los criminales más peligrosos del país fueron recluidos en Gorgona y sometidos a torturas. En 1984 fue cerrada ante presiones de defensores de los derechos humanos y ecologistas que querían proteger este trozo de naturaleza virgen.

Gorgona figura en la “Lista verde” de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza por su modelo de sostenibilidad.

Unas pocas docenas de personas viven en la isla durante todo el año: funcionarios del parque, empleados del único hotel, un instructor de buceo y militares.

La isla enfrenta varias amenazas: entre ellas “la erosión costera de algunas playas; los interrogantes sobre el calentamiento de las aguas; y la subida del nivel del mar, en cuyo caso la isla sería obviamente muy vulnerable“, dicen los biólogos.

Aunque no sea visible a primera vista, “la contaminación por micro plásticos es real“. El alcohol y los plásticos de un solo uso están prohibidos, pero las playas sufren por la basura que arrastra el mar.

Gorgona pasó a ser parque nacional el mismo año en que desapareció como cárcel. Su área protegida abarca casi 62.000 hectáreas. El 97% son zonas marinas de cuidado especial, explica uno de los empleados del parque.

Hay 500 variedades de plantas terrestres -entre ellas muchas orquídeas-; 380 de peces, 19 de tiburones, 41 de reptiles -18 serpientes-, 167 de aves -piqueros pardos, pelícanos y fragatas-, unos 15 mamíferos -entre ellos perezosos y monos capuchinos-. Y, también hay 14 tipos de murciélagos y el anole azul, un lagarto endémico y único en el mundo.

El Piande -Basiliscus basiliscus- es una especie muy común en la Isla, donde la diversidad de lagartos es relativa.

Ballenas jorobadas retozan a pocos metros de la orilla en un área de 12 km donde, en teoría, la pesca y la navegación están prohibidas. Tortugas marinas, atunes, barracudas, tiburones martillo, delfines, jureles, rayas, meros y morenas nadan a sus anchas.

Gorgona tiene dos ecosistemas, la selva tropical húmeda, de la que aún queda mucho por estudiar, y su excepcional ecosistema marino con los arrecifes de coral mejor conservados del Pacífico Oriental colombiano.

Las serpientes que inspiraron su nombre se escabullen entre la maleza. La víbora de punta de lanza, la serpiente de coral y la de mar (no hay antídoto para su veneno) son las más peligrosas.

Aunque la cárcel fue casi engullida por la vegetación, “sigue atrayendo visitantes“, si bien su relevancia es mucho menor que la excepcional biodiversidad que reúne.

Visitado apenas por unos 3.000 turistas al año, el parque es ideal para avistar ballenas, bucear entre la diversidad de peces y apreciar los arrecifes de coral. “Las ballenas aprenden a cantar aquí. Escucharlas bajo el agua es encantador.

La fuerza pública mantiene en Gorgona un pequeño contingente. En 2014 la isla fue blanco de una espectacular incursión de la extinta guerrilla de las Farc, lo que provocó el cierre del parque durante dos años.

Se pueden evidenciar hermosos avistamientos de ballenas en el Parque Nacional Gorgona.

A veces por la noche se oyen los motores de los traficantes en alta mar“,

confiesa un empleado. Pero “Comparadacon otros parques del país, la isla es un pequeño paraíso de tranquilidad“.

En la cima de la montaña se está construyendo un radar contra el narcotráfico. Gorgona seguirá siendo un lugar especial donde la gente vaya a encontrarse a sí misma, a conocerse. Un sitio para la renovación espiritual.

El buceo en Gorgona no es sólo una actividad pasiva de contemplación, pues sus aguas ofrecen aventuras subacuáticas a través de rutas que presentan paisajes exóticos y una fauna multicolor. El buceo en Gorgona es una actividad de bajo riesgo gracias a las condiciones tranquilas de las corrientes marinas de la isla, las cuales son ideales tanto para la práctica como para el aprendizaje del buceo.

A lo largo de Gorgona se encuentran diferentes sitios de inmersión clasificados de acuerdo con su exigencia. Los puntos de buceo varían según su ubicación: las aguas frente a la costa colombiana son más tranquilas, ideales para principiantes, mientras que las aguas en mar abierto –mucho más briosas– son propicias para buzos de mayor experiencia. Los principales puntos de inmersión de la isla son: El Remanso, La Tiburonera, la Plaza de Toros, Montañitas, La Cazuela, entre otros.

 

Para atender esta demanda, el Parque Natural Gorgona ofrece un moderno centro de buceo equipado con veinticinco chalecos, veinticinco reguladores, treinta y cinco equipos básicos, cuarenta y tres tanques para aire, diez tanques para nitrox y dos compresores. Gorgona es un destino alejado de las tradicionales imágenes de turismo de postal. Es un destino particular que ofrece un entorno natural tan hermoso como agreste.

¿CÓMO LLEGAR?

Existen dos formas de llegar a la isla de Gorgona. La primera de ellas parte desde el Municipio de Guapi, población del Cauca ubicada próxima a la costa pacífica. Desde allí se toma una lancha que surca el río Guapi hasta ingresar a mar abierto, continuando un recorrido de una hora y media hasta llegar a Gorgona.

La segunda ruta parte desde el Municipio de Buenaventura, Valle del Cauca. En este puerto se puede contratar una lancha que realiza un recorrido de aproximadamente cuatro horas (Opera solamente en servicio expreso para ida y regreso). También es posible tomar un barco de cabotaje en el puerto en un viaje de aproximadamente doce horas (Este servicio parte diariamente a las 6:00 p.m. y arriba a la isla al día siguiente sobre las 6:00 a.m.). Tanto a Guapi como a Buenaventura se puede llegar desde Cali por vía aérea.

 

Sigue leyendo a Oscar Delgado

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