A partir del momento
en el que mis alas se abrieron
volé por los cielos distantes y eternos
pasé por montañas nevadas y desiertas
y descansé un poco cuando las alas se cansaron de tantas vueltas.

A partir del momento, en que mis alas se abrieron
me cansé de posarme en las olas inquietas
percibí  a la distancia las miradas atentas
y me acerqué un poco para poder
acariciar las penas.

Ahora después de tantos vuelos
mis alas se cerraron , y se abrieron los senderos, tal vez sea momento
de caminar un poco
y acariciar mis sueños.

Las alas me sirvieron
para volar con mis recuerdos.

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