Hemos hablamos de la introducción de los contraceptivos en la década de los 60. No obstante con la producción, y manejo en la manufactura de estos medicamentos, tienen también sus consecuencias para otros elementos del ecosistema.

Los esteroidesanticonceptivos inhiben la ovulación por su acción sobre el hipotálamo, interrumpiendo así la producción de hormonas y la secreción de gonadotropina que usualmente hace que la ovulación no ocurra, el ovario se torna inactivo por falta del estímulo de las gonadotropinas. El componente estrogénico inhibe la ovulación, los progestágenos puros disminuyen la frecuencia de ésta; ambos actúan sinérgicamente sobre el hipotálamo. Podemos resumir que la inhibición de la ovulación se logra por diferentes vías: los estrógenos pueden inhibir directamente la secreción de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH); los estrógenos hacen que la hipófisis responda menos a la GnRH; y los progestágenos pueden impedir el pico de la hormona luteinizante (LH) y de la hormona folículo estimulante (FsH), necesarias para la liberación de un óvulo durante el ciclo menstrual.

Los anticonceptivos hormonales incluyen, entre otros, todos los tipos de píldoras, sustancias inyectables, implantes, parches o anillos hormonales que contienen estrógeno o progesterona. Si los desechos de anticonceptivos hormonales no se eliminan correctamente existen riesgos de que se produzca contaminación ambiental. Las prácticas incorrectas de eliminación de residuos farmacéuticos por los consumidores en alcantarillas y drenajes es una de las principales causas de contaminación. Resulta difícil estimar la cantidad de estrógeno liberado por la eliminación de anticonceptivos hormonales frente al estrógeno natural y sintético. Los lagos y los pantanos son especialmente susceptibles a los impactos negativos de la contaminación del agua debido a su complejo dinamismo, con un periodo de residencia más largo, y al hecho de que concentran los contaminantes procedentes de las cuencas de drenaje. Aunque existen estudios sobre la presencia de estos compuestos en cuerpos de agua, destaca la ausencia de información sobre el efecto que tienen en la ictiofauna, ya que la exposición a estos compuestos que alteran la fisiología y morfología reproductiva de los peces.

“Si los desechos de anticonceptivos hormonales no se eliminan correctamente existen riesgos de que se produzca contaminación ambiental.” Gabriel M.R

En peces, la reproducción está regulada por una serie de eventos donde el eje del control endocrino es fundamental, a éste se le denomina también eje hipotálamo-pituitaria-hígado-gónada (HPLG). A su vez, el HPLG está influenciado por estímulos externos, sin embargo, propiamente la reproducción está modulada por esteroides. La producción y liberación de esteroides ocurre en las gónadas, pero está regulada por un conjunto de neurotransmisores y hormonas que se sintetizan en el eje HPLG. Posterior a la estimulación ejercida por neurotransmisores, la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) se sintetiza en el hipotálamo. A consecuencia de este estímulo, se producen las hormonas folículo estimulantes (FSH) y la hormona luteinizante (LH). Ambas hormonas son transportadas en el torrente sanguíneo de los peces hacia las gónadas. La LH y FSH se pueden unir a los receptores localizados en los testículos y en las células granulosas de los ovarios. Aparentemente, la FSH juega un rol activo en las etapas tempranas de la vitelogénesis (producción de saco vitelino; anexo membranoso adosado al embrión que provee a éste de nutrientes y oxígeno, ocurre en peces, tiburones, reptiles, aves y mamíferos primitivos, a la vez que elimina desechos metabólicos) y en la espermatogénesis.
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Tras la exposición a desechos de anticonceptivos hormonales, en machos se induce la producción de proteínas específicas de las hembras, como es el caso de la vitelogenina, y se reduce la cuenta espermática. En hembras se desarrollan estructuras típicas de los machos como son los gonopodios. Además ocurren relaciones sexuales sesgadas y predomina la intersexualidad como una anomalía orgánica por la cual un individuo presenta discrepancia entre su sexo y sus genitales, poseyendo por tanto características genéticas y fenotípicas. Los cuerpos de agua son alimentados por aguas residuales tratadas, que contribuyen a la desaparición de ictiofauna nativa que todavía persiste.Estas alteraciones pueden contribuir a la disminución de las poblaciones y en el peor de los casos, de las especies. Estos eventos son particularmente alarmantes cuando se trata de especies amenazadas como esel caso del mezclapique amarillo (Girardinichthys viviparus), especie endémica de México y en peligro de extinción. Falta por determinar el grado de impacto de estos tóxicos al nivel de la estructura poblacional, del éxito reproductivo y de su capacidad de recuperación.

Es importante desechar los anticonceptivos hormonales inutilizables de modo que tengan el menor efecto posible en el medio ambiente. Es necesario tener en cuenta la gestión de desechos de anticonceptivos o de anticonceptivos inutilizables para garantizar que se empleen métodos de eliminación inocuos para el medio ambiente. La eliminación de desechos hormonales debe realizarse estrictamente de conformidad con la legislación nacional e internacional, y de acuerdo con las disposiciones de las autoridades competentes a nivel nacional y local. Por lo que son necesarios numerosos estudios para evaluar la problemática asociada con la exposición a estos contaminantes con la finalidad de establecer medidas preventivas y correctivas para minimizar estos daños y establecer una normatividad que disminuya el riesgo de esta especie sumamente vulnerable.
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Existen directrices internacionales que formulan recomendaciones para eliminar los distintos tipos de desechos médicos. No obstante, los desechos de anticonceptivos presentan características únicas que requieren directrices especializadas. Dependiendo de la situación existente en el país, la autoridad competente puede ser una dependencia encargada de la gestión de productos farmacéuticos y medicamentos dentro del Ministerio de Salud, la autoridad reguladora de los medicamentos (si es diferente de la anterior), una autoridad sanitaria regional o local (funcionario encargado de los productos farmacéuticos) o el Ministerio de Medio Ambiente, etc. Corresponde a la autoridad cualificada competente aplicar las directrices en coordinación con las autoridades sanitarias regionales y locales, así como con los directores de los establecimientos sanitarios que se enfrentan a problemas de eliminación de medicamentos.

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