En la semana que terminó, se llevaron a cabo elecciones en Groenlandia, a diferencia de comicios en otros países o regiones del mundo, en ésta ocasión no solo se define la política interior de la gigantesca Isla y del reino de Dinamarca, sino que además impacta el desarrollo global; la administración y usufructo de los inmensos yacimientos de recursos naturales, que se han convertido en la codicia de miles de empresas, y que precisamente se ven beneficiadas, por los deshielos que provoca el cambio climático en enormes áreas de terreno, sin duda ello es la razón fundamental, por la que debemos estar atentos a lo que decidan los 56 mil habitantes del gélido territorio.

El vasto espacio que ocupa la tierra de los Kalaallit, es de más de 2,200,000 kilómetros cuadrados,

si fuera un país, sería en el índice mundial de extensión el duodécimo, diez por ciento más grande que México, solo después de Australia, es la segunda isla en tamaño; se encuentra en el océano Atlántico norte, la capital es Nuuk, que también es su mayor ciudad con 17,000 habitantes, está a solo 800 kilómetros del norteño territorio canadiense de Nunavut, y aún, y cuando sus primeros habitantes son considerados amerindios, los vínculos históricos de Groenlandia son mucho más fuertes con Europa escandinava, que con otros continentes, no en balde muchos reconocen la llegada en el año 982 del comerciante y navegante noruego Eirikun Thorvaldsson, quien había sido expulsado de Islandia por asesino, como el descubridor de América.

En la Tierra Verde, como la conocieron sus primeros habitantes islandeses, existe constancia de presencia humana desde tres milenios antes de Cristo,

a partir del año 986 llegaron los primeros nórdicos, precisamente los que a su regreso del exilio Erik el Rojo convenció, fueron 500 personas las que se animaron con los relatos de las bondades de los territorios que él había explorado, partiendo en 25 barcos, los avatares en la navegación le permitieron llegar solo a 14, a lo que ahora conocemos como Qassiarsuk, el éxito de los colonos permitió que la migración creciera, hasta contar más de 5,000 europeos, de hecho llegaron a tener presencia en lo que se conoció como Vinlandia (Terranova, Canadá); pasado el tiempo, los locales aceptaron la soberanía noruega, que se dio desde 1261 hasta el inicio de la pequeña edad de hielo, por los años de 1400, cuando por las bajísimas temperaturas los colonizadores fueron expulsados, no fue sino hasta principios del Siglo XVIII, que el misionero Hans Egede restableció el contacto europeo con la Isla, en está ocasión para el reino Noruego-Danés, hasta 1814 en que esté se disolvió, quedando en la soberanía absoluta de Dinamarca.

 

Durante el Siglo XIX y principios del XX, la población y la actividad económica en Groenlandia fueron en decremento,

esto no fue un incentivo para que los noruegos dejaran de intentar reconquistar la Isla, fue hasta 1937 que la Corte Internacional de Justicia, refrendó la soberanía danesa, ya con este aval, durante la Segunda Guerra Mundial, pudieron firmar con Estados Unidos el acuerdo para construir la base militar de Thule, la cual fue geoestratégicamente muy importante durante la Guerra Fría, ya que permitía vigilar las flotas soviéticas en del Ártico, sin embargo el mayor problema se dio, cuando un bombardero B-52, se estrelló con bombas de hidrogeno, dejando de escapar grandes cantidades de plutonio sobre el hielo, pese a ello, al día de hoy funciona.

En 1953 con los cambios en la constitución de Dinamarca, a Groenlandia que es la segunda reserva mundial de agua dulce, se le dio el estatus de Rigsfaellesskabet (Mancomunidad de la Corona), ello no fue suficiente para limar las asperezas entre ambos, los inuit estuvieron permanentemente inconformes con la poca representación y valor a sus votos en el parlamento nacional, por ejemplo el 84 por ciento de ellos, se opuso al ingreso a la actual Unión Europea, pero no fue suficiente para detener el ingreso danés, así en 1979 se les concede una soberanía, en la que los nórdicos conservan las prerrogativas de política exterior, seguridad internacional, y política financiera, a cambio se les otorga un subsidio de 633 millones de dólares, que da un índice per cápita similar al de Ecuador.

Ante la debacle del gobernante partido Siumut, hubo elecciones las que perdió, triunfando con el 37 por ciento de los votos, pero lejos del 50 que les permita formar gobierno, los Inuit Ataqatigiit, congregación representativa de los indígenas, y los medioambientalistas, el tema central se da por la administración de los recursos naturales, por ejemplo,

Las reservas petroleras que se calculan en el 50 por ciento de las que actualmente tiene el Mar del Norte, y la gigantesca mina Kvanefjeld, riquísima en uranio y metales raros,

pues bien, los ganadores piensan que se debe de preservar y proteger, y los primeros creen que se pueden consecionar, para tener la fuerza económica, y política que les permita la independencia absoluta, veremos quién forma gobierno.

 

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