Esta semana que termina, la licenciada en administración de empresas Iris Xiomara Castro Sarmiento, protestó como la primer mujer presidente de la República de Honduras, por ello, si no sucede ningún imponderable, lo que lamentablemente sí puede ser, debido a la explosiva situación que vive el país, gobernará la nación, hasta el 27 de enero de 2026; con la posibilidad de optar por una reelección, lo que la mantendría en el poder hasta el 2030, al frente de una de las naciones con mayores problemas de Latinoamérica y del orbe.

Xiomara Castro en su discurso de toma de posesión anunció que, dará un giro a la izquierda y al socialismo,

para resolver la grave problemática que tienen, ya que a su decir, después de 12 años de gobiernos liberales (Como si los gobernantes anteriores hubieran sido eficientes), ahondaron la crisis económica, política, y social, por la que ha pasado desde hace muchos años la hermosa nación, que hoy se sitúa en el lugar 132 de 190, en el índice de desarrollo humano a nivel global, requiere de un cambio radical en la atención de las necesidades básicas de la población.

El camino de la hoy presidente para arribar a la primera magistratura, no fue fácil, ella participó en la elecciones de 2013, abanderando un partido nuevo, el Libertad y Refundación (LIBRE), creado dos años antes, con el cual competiría contra los dos partidos tradicionales de Honduras, el Liberal y el Nacional, en aquella convocatoria, terminó perdiendo por un margen muy ajustado en contra del hasta hace unos días gobernante nacionalista Juan Orlando Hernández Alvarado, por lo que fue necesario mantener una campaña millonaria, que le permitiera seguir en la mente de los catrachos, así mismo,

Para llegar a esta contienda, le fue necesario pactar con otros partidos, aparentemente menores, haciendo que el costo político que se comprometió a pagar fuera elevado,

lo anterior no gustó a sus compañeros de equipo, ya que entre otras cosas, cedió los primeros dos cargos de designación a los líderes de estas alianzas, así pues, si bien, después de triunfar con un holgado 51 por ciento, en la jornada electoral del 28 de noviembre pasado, frente al 37, del liberal Nasry Juan Asfuara Zablah, tuvo que entrar en una serie de negociaciones y renegociaciones con tiros, pero muy especialmente con troyanos, con los de casa, lo que puso en verdadera dudas hasta unas horas antes, su ascenso al poder.

El panorama de la ahora gobernante es complejo, desde persuadir a su mismo partido, por ejemplo, al diputado Jorge Luis Cálix Espinal que encabezó la implosión en los ganadores, para ser “convencido” de las bondades del proyecto de Xiomara Castro, se le entregó la Jefatura del Gabinete, y así poder aceptar que los legisladores que lo siguieron, y que dividieron al partido LIBRE, pudieran formar gobierno, aparentemente y solo aparentemente, ya está superado el escollo; hoy vienen los retos fundamentales y los que verdaderamente, espera la gente de a pie, sean solucionados, las personas que quiere comer todos los días, y estar seguros en sus hogares y calles, más allá de la política, y la falsa vanidad, el lograr que el desarrollo de la población sea palpable y generalizado, y ahí las cuentas son terribles, el ejemplo más triste, sin duda, es la diáspora que día a día sangra la nación,

Se calcula de un millón de hondureños viven fuera de su territorio nacional, especialmente en Estados Unidos el número infinitamente mayor, y en El Salvador, Guatemala, y México.

 

La salida de las personas de sus lugares de origen, es un problema multifacético, tiene que ver con la economía, el empleo, la seguridad, la escolaridad, así como las aspiraciones personales de cada quien, que en México eso ya es un pecado, y que, si bien es resultado de años de políticas de corrupción al interior de cada país, la situación actual nos habla de la necesidad de intervenciones internacionales, ya no es un tema local, las soluciones, tienen que venir enfocadas desde diversas aristas mundiales, porque también está equivocado, quien crea que es un tema absolutamente económico, así mismo sería erróneo plantear, que se evite la movilidad de las personas, es intrínseco a nuestra naturaleza, pero lo que sí se puede hacer, sin duda, es buscar  una visión que resguarde los derechos humanos y la dignidad de los que salen, pero también que los que reciben lo hagan con seguridad y sin temores, que provocan la discriminación y el desprecio.

Xiomara Castro ya ganó, ya gobierna, recibió el aplauso de un escenario de toma de investidura lleno, deberá dar resultados pronto, no pasará mucho tiempo para poder observar si sus propuestas de gobierno fueron hechas para verdaderamente responder a la pobreza nacional, o si solo como parece ser, habla de hambre con el estomago lleno.

 

 

 

Sigue leyendo a José Ortíz Adame

No Hay Más Artículos