Seguramente hasta el último día de su mandato Donald John Trump, seguirá siendo controversial, y actuó en consecuencia, fiel a su alianza con Israel, reconoció la soberanía de Marruecos sobre los territorios del Sahara Occidental, a cambio de ello, los africanos se comprometieron a dar su reconocimiento a al Estado Judío, con lo que se convierten en el cuarto país musulmán que lo hace recientemente, además de Baréin, Emiratos Árabes Unidos, y Sudán, con ello dejan atrás el respaldo a su comunidad, especialmente a Palestina.

El Sahara Occidental se encuentra en el continente africano, colinda al norte con Marruecos, al oeste con el océano Atlántico, en el sur y sureste hace frontera con Mauritania, y al noreste con Argelia, ocupa un territorio de 266,000 kilómetros cuadrados, lo cual no es insignificante, ya que es un tamaño mayor al de Reino Unido, y ligeramente más pequeño que Nueva Zelanda, sin embargo, extraoficialmente solo cuenta, ya que no hay un censo confiable, con aproximadamente 500,000 habitantes, la inmensa mayoría de ellos saharauis, los cuales viven literalmente divididos en el territorio reclamado por el Frente Polisario, que controla la franja de los límites con Mauritania y Argelia, el resto está bajo el control marroquí.

El sevillano Diego García de Herrera y Ayala, señor de Lanzarote, fue el primer europeo que se estableció en los territorios que hoy mencionamos

Por lo que desde finales del siglo XV fue considerado espacio español, si bien la inmensa mayoría del terreno es desierto, los yacimientos de hierro y fosfato al norte del mismo, lo hicieron muy atractivo para los colonizadores, quienes se mantuvieron en el país hasta 1976. Previamente Marruecos había logrado su independencia de Francia y España en marzo de 1956, e inmediatamente después reclamó para sí el Sahara Occidental, y comenzó a enviar personas para habitar el país, y con ello crear su base social, además Mauritania inició también reclamos territoriales, ante ello la Organización de Naciones Unidas, a través del Comité Especial de Descolonización, recomendó la convocatoria a un referéndum entre la ciudadanía que decida su estatus, sin embargo, al día de hoy no ha existido manera de hacer un conteo de población medianamente creíble para nadie.

Por si algo faltara a la mezcla, en 1973 se conformó el Frente Polisario, que tres años después el 27 de febrero de 1976, proclamó la conformación de la República Árabe Saharaui Democrática, que como decíamos anteriormente, hoy controla una franja que va a lo largo de las fronteras con Mauritania y Argelia, además de una pequeña salida al Atlántico por el sur.

La decisión de Donald Trump de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el territorio del Sahara Occidental, a cambio de que éste establezca relaciones diplomáticas plenas con los israelitas, vino ser un elemento que generó ya muchas reacciones y algunas pueden ser peligrosas.

Por una parte, ONU ha manifestado no tener cambio alguno en su postura frente a los territorios mencionados e insiste en el referéndum, pero además hace solo dos meses, el 30 de octubre, se aprobó en la asamblea general la resolución 2548/2020, en la que se exhorta a retomar el diálogo y la negociación; la Unión Africana, reconoce la existencia de la República Saharaui, pero los marroquíes son los únicos del continente que no pertenecen al organismo; la Liga Árabe, acepta la competencia de Marruecos, sin embargo, al igual que Argelia, creen que es un tema que se encuentra en la cancha de la organización mundial.

Durante muchos años, solo Egipto y Jordania, se constituyeron como los únicos países que mantuvieron relaciones diplomáticas con Israel, hoy son seis, con lo que se va rompiendo el cerco histórico, que básicamente apoyaba a Palestina en la recuperación de sus territorios. Como podrá esperarse los israelíes, están de plácemes, ya que se contabiliza un árabe menos entorpeciendo su coexistencia en una zona de alto voltaje, además el acuerdo de abrir a la brevedad embajadas que se establezcan en Rabat y Tel Aviv, da muestras de un avance sólido.

Pese a que el decimoctavo Rey de la dinastía Alauí, Sídí Mohamed be el-Hasán ben Mohamed ben Yusef el-Alauí, Mohamed VI, quiso matizar, al decir que esto no cambiará su posición frente a Palestina, lo cierto es que no cayó nada bien entre la población del país de oriente cercano, el grupo guerrillero Hamás ha manifestado que esto lo consideran como un grave pecado político, que bloquea la causa palestina y que estimula la ocupación de su pueblo.

Donald Trump termina su mandato, como empezó, jugando con fuego, seguro de que dejará una serie de relaciones políticas internacionales pendiendo de hilos muy frágiles.

 

 

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