A partir del nueve de noviembre de este año y durante todo un mes, México presidirá el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, sin duda después de la Asamblea General, la instancia más importante de la institución, si bien para muchos, entre los que me incluyo, es donde verdaderamente se toman las decisiones relevantes de acción o no, del organismo internacional con mayor presencia en el orbe, que hoy cuenta con 193 miembros, cuatro reconocidos, y dos observadores la Santa Sede, y Palestina, y que hoy la preside el noveno Secretario General, el portugués António Manuel Guterres de Oliveira.

Cuando se funda la ONU en octubre de 1945, justo hace dos semanas se cumplieron 76 años, se decide que haya una serie de apoyos organizacionales que tendrían la misión de ayudar a cumplir el objetivo principal del organismo, que es preservar la paz internacional, entre ellos nace el Consejo de Seguridad, el cual fue integrado por cinco miembros permanentes, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, y Rusia, como se entenderá entre estos miembros, se dieron los cambios que la geopolítica mundial ha mandado, como por ejemplo, lo ocasionado por la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, así como las evidentes reformas que cualquier institución creada por humanos, requiere a siete décadas y media de distancia, hoy, permanecen los miembros fijos, y otros 10, los cuales actúan dos años, y rotan su estadía de cinco en cinco cada año, obedeciendo una distribución geográfica, o la situación imperante.

Los cinco miembros que al terminar este año salen son; Estonia, Níger, San Vicente y las Granadinas, Túnez, y Vietnam, y los cinco a los cuales les resta todo el próximo año India, Irlanda, Kenia, México, y Noruega; en esta ocasión, es la quinta oportunidad que nuestro país ha tenido, de ser miembro del Consejo de Seguridad, la primera en 1946-1947, prácticamente en el primer año de funcionamiento de ONU, y la segunda en 1980-1981, en estas dos ocasiones debemos decirlo, no fue una posición que originalmente fuera buscada, la verdad de las cosas, es que las invitaciones que se aceptaron, fueron para romper los empates en las votaciones que se hacían para elegir al representante de la región latinoamericana, el tercer ingreso fue de pena ajena, ya que se propuso la candidatura mexicana, cuando Republica Dominicana ya había hecho todas las gestiones, así que, se obligó a una votación en la Asamblea General, la que terminó ganando 138 por 40 votos de los caribeños, así pertenecimos al club de los 15 entre 2001 y 2002, sin embargo, ¡¡¡y para que!!!, aún da vergüenza la  terrible actuación, ante la decisión que se debía de tomar con respecto a la invasión a Irak, como la inmensa mayoría de las decisiones del Presidente Vicente Fox Quesada, de cuarta, el Canciller de sexta, y el Embajador de octava, b o c h o r n o s o, más cuando la característica principal de México, siempre había sido la pulcritud jurídica, en la toma de decisiones internacionales.

La cuarta ocasión que México fue miembro no permanente del Consejo de Seguridad fue entre 2009 y 2010, en esa oportunidad la rotación mensual de la presidencia, permitió que el país fuera distinguido con ello, en los meses de abril del primer año, y en junio del segundo; el uno de enero de 2021, inició la quinta participación en este importante y selecto grupo de países, nuestro Embajador permanente es un lujo el Dr. Juan Ramón de la Fuente Ramírez, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, y honoris causa de la Universidad de Alcalá de Henares, sin duda una oportunidad que puede si se quiere ser bien aprovechada, hay cerebro con que hacerlo.

En esta ocasión, como todo el tiempo, podemos decir que hay temas que ya vienen digamos en un seguimiento sin importar el país que presida el Consejo, como por ejemplo actualmente son, Haití y su prácticamente interminable viacrucis, Libia y los fantasmas vigentes de su dictador muerto hace justo 10 años, situación actual de la pandemia COVID, y las expectativas que se tiene de la recuperación, económica, social y cultural que deja la aún incontrolada enfermedad, ¿cómo plantea ONU impulsar una agenda de salida de dos años de crisis sanitaria? y finalmente la agenda mexicana, la cual va sobre los temas tradicionales del país, solución pacifica de las controversias, impulso y respeto al estado de derecho, además del combate a la corrupción global, el respeto a los derechos de las niñas y los niños en los conflictos armados, y en las migraciones internacionales, y finalmente, tal vez el punto donde vamos a ver mayor insistencia del país, es el contener el tráfico de armas cortas y ligeras, no olvidemos que justamente en estos momentos, nuestro país debate este tema en los tribunales estadounidenses.

 

 

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