Las fobias o miedos son situaciones más comunes de lo que pensamos, que sufre parte de la población.

Estar frente a una araña, una serpiente, una jeringuilla o tener que volar en avión pueden causar un estado de pánico y ansiedad a muchas personas. Se trata de un miedo irracional conocido como fobia. Puede deberse a un episodio traumático en la infancia o a una conducta adquirida en el seno del hogar. La mayoría de las veces no responden a la lógica y pueden incapacitar al sujeto que las sufre de manera puntual. A este tipo de fobias se les llama fobias simples y difieren de las fobias complejas en la incapacitación que provocanen el día a día.Es decir, uno no se encuentra con aterradoras arañas cada día, pero si a lo que tienes pánico es a encontrarte en espacios abiertos, esto condiciona por completo tu vida y tratarás de no salir de casa más que lo necesario o incluso no salir de ella.

 

Los 10 tipos más comunes de fobias:

  1. Agorafobia: miedo a los espacios abiertos
    2. Acrofobia: miedo a las alturas
    3. Claustrofobia: miedo a los espacios cerrados
    4. Belonefobia: miedo a las agujas
    5. Coulrofobia: miedo a los payasos (normalmente aparece en la niñez y perdura hasta la edad adulta)
    6. Glosofobia: miedo a hablar en público
    7. Aracnofobia: miedo a las arañas
    8. Aerofobia: miedo a volar, a subirse a un avión
    9. Cinofobia: miedo a los perros
    10. Hematofobia: miedo a la sangre

Las fobias se categorizan en tres grandes grupos:

  1. Fobia específica

Como bien indica su nombre, una fobia específica ocurre cuando se le tiene miedo a algo determinado, es decir, a un objeto o situación específica. Las más comunes son:

Fobia a animales 

En esta categoría podríamos encontrar las siguientes: aracnofobia (arañas), cinofobia (perros), murofobia o surifobia (ratas y ratones), entomofobia (insectos), ailurofobia (gatos), bufonofobia (sapos), equinofobia (caballos), escolequifobia (gusanos), lepidopterofobia (mariposas), ofidiofobia (serpientes), etc.

Fobia a entornos naturales

En este caso estaríamos hablando de miedo a situaciones que están relacionadas con la naturaleza como, por ejemplo, astrafobia (rayos), brontofobia (tormentas), acrofobia (alturas), hidrofobia (agua), tanofobia (sol), cremnofobia (precipicios), pluviofobia (lluvia), etc.

Fobia a sangre, inyecciones o heridas

La fobia a la sangre es denominada hematofobia, la fobia a las agujas belonefobia, la fobia a las inyecciones tripanofobia y a las heridas o lesiones traumatofobia.

Fobias situacionales

Estarían relacionadas con determinadas situaciones como, por ejemplo, tener que montar en una ascensor o avión (aerofobia), fobia a tener que estar en espacios cerrados o abiertos, etc.

 

Otro tipo de fobias

Además de las anteriores, se pueden presentar otro tipo de fobias, por ejemplo: cibofobia (comida), ecofobia (hogar), katagelofobia (ridículo), politicofobia (política), triskaidekafobia (número 13), venustrafobia (mujeres), coulrofobia (payasos), fagofobia (atragantamiento), etc.

  1. Fobia social también conocido como trastorno de ansiedad social

En este caso las personas tienen un miedo intenso a una o más situaciones sociales.

  1. Agorafobia

Son personas con miedo a: usar el transporte público, estar en espacios abiertos, estar en espacios cerrados, estar entre muchas personas o estar fuera de casa sin compañía.

Puedes consultar más información sobre esta fobia en el siguiente enlace: agorafobia.

 

Tratamiento de fobia

La terapia cognitivo conductual ha demostrado ser una de las más eficaces en el tratamiento de estos trastornos. La técnica más utilizada es la exposición con prevención de respuesta. 

Asimismo, aunque son menos eficaces, en algunos casos graves, es necesario el tratamiento farmacológico con el objetivo de controlar los síntomas de la ansiedad.

Hay factores que pueden aumentar el riesgo de tener fobias específicas:

Tu edad. Las fobias específicas pueden aparecer por primera vez en la infancia, generalmente alrededor de los 10 años, pero pueden presentarse en una etapa posterior de la vida.

Tus parientes. Si algún miembro de tu familia tiene una fobia específica o ansiedad, tú también tienes más probabilidades de tenerlas. Esta podría ser una tendencia hereditaria, o bien los niños pueden adquirir las fobias específicas al observar la reacción fóbica de un miembro de la familia ante un objeto o una situación.

Tu temperamento. Tu riesgo puede ser mayor si eres más sensible, más cohibido o negativo que lo normal.

Una experiencia negativa. Tener un episodio traumático, como quedar atrapado en un ascensor o ser atacado por un animal, puede desencadenar el desarrollo de una fobia específica.

Enterarte de experiencias negativas. Recibir información negativa o enterarte sobre experiencias negativas, como accidentes aéreos, puede producir el desarrollo de una fobia específica.

 

Referencias: American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders Mayo Clinic

 

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