En fin, lo cierto de las cosas es que, los mexicanos de “Alto Nivel” estuvieron encabezados por el Canciller Marcelo Luis Ebrard Casaubón, el Secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, de forma intermitente el Fiscal General Alejandro Gertz Manero, el General Luis Crescencio Sandoval González Secretario de la Defensa Nacional, y por el Almirante Secretario de Marina José Rafael Ojeda Durán; por la delegación que enviaron nuestros vecinos del norte, asistieron las personas que al igual que sus contrapartes, toman las decisiones en seguridad de su país, los lideró el Secretario de Estado Antony John Blinken, quien se hizo acompañar por el Secretario de Seguridad Interior el cubano Alejandro Nicholas Mayorkas, el Fiscal General Merrick Brian Graland, el Subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental Brian Andrew Nichols, y el Director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional el colombiano Juan González Román. 

Después de echarse entre pecho y espalda, unos chilaquiles con huevo y agua de horchata, que sin duda el presidente mexicano fue lo que decidió que se sirviera en el almuerzo, se iniciaron las conversaciones que tenían por objetivo básico, terminar de una vez por todas con la Iniciativa Mérida, transformándola en un nuevo esquema denominado, Entendimiento Bicentenario, en honor a que el próximo año se cumplen 200 de las relaciones entre los dos países, que a diferencia de su predecesora incluye el combate al tráfico ilegal y trata de personas, al ser considerados asuntos de seguridad nacional.

El 30 de junio de 2008 después de la aprobación del Congreso estadounidense, el Presidente George Walker Bush activó el llamado Plan Mérida o Plan México, el cual se había pactado con el gobernante mexicano Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, a dos años de que él había iniciado la guerra contra el narcotráfico, la idea original incluía a los países de Centroamérica (Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, y Panamá), y en el Caribe a Republica Dominicana y Haití, para ello se asignaron en un principio 1600 millones de dólares, llegando hasta 3000, con el propósito de combatir el narcotráfico, y al crimen organizado en la región, los recursos originalmente se dispuso, que serían ministrados durante los siguientes tres años, específicamente en equipos y entrenamiento, México recibió 13 helicópteros Bell 412, y 8 UH-60 Black Hawk, 4 aviones CASA 235, así como refacciones y entrenamiento militar, se capacitó en seguridad de aeropuertos y puertos marítimos, se dotaron equipos de cómputo y sofisticadas redes de comunicación, además se entrenó a personal del ejército, marina, y de la entonces policía federal, en investigación y recolección de inteligencia, respeto a los derechos humanos, y operación de la Unidad de Inteligencia Financiera; existían dos excepciones, no se podía entregar dinero en efectivo, ni armas.   

Lamentablemente fue un fracaso, terrible y muy, pero muy doloroso, solo como un ejemplo diremos, que se suponía que Estados Unidos debería de asignar personal para impedir el tráfico de armas a México, lo cual nunca sucedió, no solo eso, en un operativo fracasado llamado “rápido y furioso”, y sin avisar a nuestro país, se introdujeron 2,500 armas de alto poder, según para ser rastreadas hasta las bandas de criminales, lo que terminó siendo contraproducente, ya que se perdieron, y todo salió a la luz, cuando con dos de ellas fueron asesinados agentes norteamericanos asignados en el país, al día de hoy, se sigue “Investigando en la unión americana,  y no se encuentran todas las armas de la fallida estrategia”.

Las negociaciones de estos días, concluyeron con la firma del llamado Marco Bicentenario para la Seguridad, la Salud Pública y las Comunidades Seguras, el cual se busca que los dos presidente en una reunión aún por definir, presenten el primero de diciembre, establece que habrá corresponsabilidad en la lucha contra el narcotráfico, y el tráfico ilegal y la trata de personas, detener el trasiego de armas a México, se estima que el 70% de las existentes en el país vienen del norte, hoy mismo se da una batalla legal por ese tema en los juzgados norteamericanos, a decir de Marcelo Ebrard, se buscará que sea más asimétrico el convenio con relación al que se tenía, finalmente se busca un esquema humano para que las personas no migren, en este tema Antony Blinken, fue contundente, no aceptarán más personas.

 

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